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Alas de libertad que da el conocimiento

Sabado, 17 de noviembre de 2012 11:06

El ruido metálico de rejas que se juntan y candados que se cierran van siguiendo los pasos y quedando
a las espaldas de quienes ingresan al penal. Esa es la parte literal del encierro porque existen también otros
tipos de aprisionamiento: como el de la conciencia, que no fue dictaminado por ningún juez pero que
condena a una persona a una auto exclusión de la sociedad. Y de eso se trata. De acabar con los
años de una condena personal y determinante. De darles a los internos las herramientas para volver visibles
caminos que los conduzcan a una libertad que ellos mismos pueden decidir.
 

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El ruido metálico de rejas que se juntan y candados que se cierran van siguiendo los pasos y quedando
a las espaldas de quienes ingresan al penal. Esa es la parte literal del encierro porque existen también otros
tipos de aprisionamiento: como el de la conciencia, que no fue dictaminado por ningún juez pero que
condena a una persona a una auto exclusión de la sociedad. Y de eso se trata. De acabar con los
años de una condena personal y determinante. De darles a los internos las herramientas para volver visibles
caminos que los conduzcan a una libertad que ellos mismos pueden decidir.
 

Porque estudiar es liberarse. Roberto (54), Einer (38) y Dante (36) llevan varios años presos en la
Unidad Carcelaria Nº 1, en Villa Las Rosas. Roberto y Einer son estudiantes del segundo año de la carrera
Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Salta. Dante, en cambio, está en primer año. Sus historias, que hoy se escriben tras las rejas de la penitenciaría, nos encuentran con un mundo aparte, con una interesante “microsociedad”, como ellos mismos definen a ese lugar que les toca habitar, en contexto de encierro. La Fm Libre, que funciona en la cárcel, fue un poco el disparador de una gran idea.Hacer extensivas las aulas del campus de Castañares a la Unidad Nº 1, fue aprovechar el entusiasmo de un grupo de internos que hace ya algún tiempo le habían agarrado el gustito a la radio y a la noble tarea de comunicar. Esta iniciativa se tradujo, para muchos de ellos, en  una oportunidad y el inicio de un camino y una vida nueva.Hoy, 17
hombres privados de su libertad son alumnos universitarios, futuros comunicadores licenciados. Roberto, Einer y Dante dialogaron con El Tribuno.

Hablaron de lo que ellos han aprendido en el tiempo que llevan como estudiantes. También hay, en sus palabras,mucho que aprender. Nunca habían tenido antes la posibilidad de estudiar una carrera universitaria. Sus realidades,muy duras, los llevaron a delinquir. Sobrevivir a cada día no da tiempo para proyectos. Ahora pagan por sus errores. En contexto de encierro, estudiar es no abandonarse, no sentir que la vida se va entre esas cuatro paredes. Es sentirse más libres.Proyectarse.Al cumplir la condena, es vivir dignamente. Tener las herramientas para derribar prejuicios y empezar de nuevo. De eso hablan.
“Somos estudiantes cursando con modalidad libre, paradójicamente”, dice Roberto al inicio del diálogo. Luego se ríe porque hablar de libertad suena raro en ese contexto,de un encierro que no es optativo.“Le ponemos
muchas ganas”,prosigue. Historia por historia Roberto ya tenía algo de experiencia en locución.Cuando vio la posibilidad de estudiar la carrera no lo dudó. Es uno de los más entusiastas. Einer tomaba un curso de locución
y periodismo que también se dictaba en la penitenciaría antes de que se abra la carrera, en 2006.Una de las docentes le propuso que continúe en la universidad y él, que se reconoce “flojito para los estudios”, tomó la decisión y comenzó.

Antes tuvo que rendir un examen M25 para obtener el título del secundario, porque le quedaban dos materias.Le fue bien.Aprobó con lo justo y tuvo la oportunidad de inscribirse en la carrera de Comunicaciones. Dante primero había estado privado de la libertad en Metán.Cuando lo trasladaron a Salta se enteró de que tenía la posibilidad de inscribirse en la carrera y tampoco lo dudó. Dante ve en el estudio la oportunidad para formarse como persona y tener más perspectivas a futuro, cuando se acaben los días de prisión. También ayuda en la vida en los pabellones.“Nosotros, los que estudiamos, un poco sentimos que podemos infundir el respeto entre los internos y dar el ejemplo”, dijo. Oportunidad, herramienta, agradecimiento.
Los tres coinciden en las mismas palabras para hablar de su nueva vocación. La vida académica Los docentes que asisten esporádicamente para brindarles clases de consulta a los internos lo hacen ad honorem. Están muy comprometidos con su tarea. Liliana Fortuny, vicedecana de la Facultad de Humanidades y profesora de inglés de la carrera, dice que se trata de una experiencia muy enriquecedora, tanto para los alumnos como para los docentes.

“Uno llega al área de bienestar de la cárcel, luego entra al aula e inmediatamente se olvida que está en el contexto de una prisión”, expresó. Los 17 alumnos se reúnen los días de semana -menos los jueves que es día de visita- en un espacio amplio al que llaman “el aula de la UNSa”. Pero no es fácil estudiar en contexto de encierro. Al ruido y no contar muchas veces con un espacio tranquilo y cómodo donde estudiar, se le suma el hecho de que los internos muchas veces se deprimen. Pero se puede. Y hablando de comunicación, Roberto,
Einer y Dante, piensan que ser comunicadores puede significar un aporte a la sociedad. Están convencidos de que ejercer esta profesión es sumar voces para derribar prejuicios y para discutir desde la pluralidad. En pocas palabras, resumen estudiar. Einer: “Oportunidad”.Dante: “Proyecto de vida”.Roberto:“La llave para volver a la sociedad”
 

Capacitación para docentes

En Salta el postítulo de Especialización Superior en Educación en Contextos de Encierro este año estuvo destinado a más de 400 docentes que se inscribieron para optimizar la enseñanza en unidades carcelarias y
centros de rehabilitación. Esa fue otra de las propuestas orientadas a brindarles a los internos las herramientas
para poder reinsertarse en la sociedad, al culminar la condena. En octubre pasado, la representante
del equipo Nacional de la Modalidad Educativa en Contextos de Encierro, Estela Maris Pallini, vino a
Salta y destacó el compromiso asumido por el equipo provincial dirigido por el coordinador de Educación
en Contexto de Encierro local, Darío Duce, en cuanto a los servicios educativos que ofrece la cartera Educativa
en contextos de encierro, previo a las Jornadas Nacionales e Internacionales de la Modalidad, que se realizaron
entre el martes y jueves de esta semana en Buenos Aires. Uno de los objetivos de esta modalidad
es garantizar el cumplimiento de la escolaridad obligatoria y la formación técnico profesional de todas las personas privadas de libertad dentro de las instituciones de encierro. Es así que en la provincia funcionan
en este tipo de instituciones y en aulas satélites dependientes, los Núcleos Educativos, destinados a personas
jóvenes o adultas que no finalizaron sus estudios primarios.Además se dicta educación de nivel secundario
en BSPA, y talleres de formación profesional, donde se ofrece el aprendizaje de oficios como panadería,
gastronomía, carpintería y herrería, entre otros. Paralelamente, las personas privadas
de la libertad pueden acceder a distintos programas educativos como el plan Fines, plan de Lectura, bibliotecas
abiertas y actividades artísticas y recreativas mediante talleres del programa de Centros de Actividades
Juveniles (CAJ).Además de los distintos talleres de oficios y actividades culturales y recreativas que realizan los internos a diario en las distintas unidades carcelarias.

 Más caminos para ellos, en contexto de encierro

  

Ampliar la oferta de carreras. La vicedecana de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Salta, Liliana Fortuny, comentó que se está proyectando, para 2013, la apertura de la carrera de Historia para los internos del penal de Villa Las Rosas y que, más adelante, es probable que ocurra lo mismo con la carrera
de Ciencias de la Educación. Fortuny explicó que por el momento se trata de un proyecto de extensión universitaria por el que los docentes no perciben una remuneración económica. Y que, actualmente, el problema con el que cuentan para poder ampliar el cupo de alumnos que actualmente sólo le da la posibilidad a 25 internos- es que en el Servicio Penitenciario no hay suficiente espacio físico para el dictado de clases. En la Unidad Carcelaria Nº 4 de mujeres de la penitenciaría directamente, no se cuenta con un espacio para que las internas puedan también tener la posibilidad de estudiar. La vicedecana remarcó que el contacto que los alumnos tienen con los profesores no es muy frecuente. En ese sentido, comentó que se evalúa la posibilidad de filmar las clases que se dan en el campus de Castañares para que luego los alumnos de la cárcel las puedan ver con proyectores, en su aula.“Quedan cosas por hacer para optimizar las clases, pero esta ya es una
EN ACCION |MUJERES DE LA UNIDAD CARCELARIA Nº 4, EN UN TALLER DE MANUALIDADES. gran experiencia”, concluyó.

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