En el hospital San Vicente de Paul, de Orán, hay al menos diez médicos que realizan horas guardia pero como no figuran en la planta del Ministerio de Salud Pública, cobran a través del número de legajo que les presta otro profesional. En otras palabras, son empleados en negro, con responsabilidades sobre el paciente, que cobran usando el nombre de un colega.
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En el hospital San Vicente de Paul, de Orán, hay al menos diez médicos que realizan horas guardia pero como no figuran en la planta del Ministerio de Salud Pública, cobran a través del número de legajo que les presta otro profesional. En otras palabras, son empleados en negro, con responsabilidades sobre el paciente, que cobran usando el nombre de un colega.
Semejante ilegalidad tiene al menos una década de vigencia y la resolución de esta situación es uno de los reclamos más fuertes de los profesionales que iniciaron asambleas en ese hospital.
“Es una irregularidad y una ilegalidad que el Ministerio la conoce y la respuesta que nos dio es elevar de 160 a 200 horas guardia por médico, cuando en realidad no queremos trabajar más horas por el desgaste, la exposición y el cansancio. Lo que queremos es que se nombre a los médicos que están con legajo prestado”, dijo María Julia Pizola, delegada de Apsades.
Según la profesional, la situación se puede agravar a fin de año cuando los 15 residentes que están hoy en formación, finalicen esa etapa. “¿Qué va a pasar con ellos?”, se preguntó al dejar abierta la posibilidad de que se incorporen a los servicios “con legajo prestado” como ellos llaman desde hace varios años a esta contratación irregular.
Casi sin atención
La atención en el hospital San Vicente de Paul, quedará muy restringida desde mañana, cuando los médicos de planta y los residentes inicien una asamblea desde las 8. Sus reclamos son múltiples, aunque lo que desató la protesta en la última semana fue que el Ministerio de Salud Pública no liquidó las horas guardias a los residentes.
Desde mediados de esta semana, los profesionales realizaron asambleas, con suspensión de la atención en los consultorios externos, desde las 11 y hasta las 14 cuando finaliza el turno de la mañana.
Mañana la medida de fuerza abarcará toda la jornada laboral de ese turno.
La delegada de Apsades en el hospital norteño, explicó que el Ministerio no liquidó las horas extras de ocho médicos residentes que realizan guardias y esa situación se sumó a “la falta de profesionales, a la imposición de estar en la ilegalidad con médicos que cobran con el legajo prestado de otro que ya está en planta y a la presión a los residentes que terminaron la especialidad, quienes si quieren entrar al sistema deben aceptar cargos en otras localidades como, por ejemplo, Tartagal, cuando ya están radicados aquí”.
“La solución no es que nos autoricen 200 horas de guardia, sino que se aplique otra política de distribución del recurso humano, que se blanquee la situación laboral de los residentes, que los ítems que hoy no son remunerativos lo sean y que el Ministerio nos diga cuándo va a poner en vigencia el estatuto de los trabajadores de la salud”, afirmó la dirigentes gremial.
La hora guardia y el impuesto a las Ganancias
Los médicos del San Vicente de Paul rechazan el incremento del número de horas guardia también por el monto que cobran y por la fuerte incidencia que tiene el impuesto a las ganancias sobre sus salarios.
“La DGI nos come el 27 por ciento del sueldo, entonces ¿nos van a aumentar a 200 las horas guardia para cobrar 20 pesos por hora? Esa no es una solución”, insistió María Julia Pizola, delegada de Apsades.
La profesional comparó, además, lo que cobran los médicos que hacen guardia en el hospital oranense con lo que cobran profesionales de cualquiera de los hospitales de la capital provincial.
“En Salta un profesional cobra entre 75 y 85 pesos la hora, mientras que acá tenemos compañeros que cobran entre 36 y 45 pesos. Eso es discriminación y el ministerio está imponiendo la inequidad”, afirmó molesta la dirigente de Apsades.