El Gobierno insistió hoy en cuestionar el paro general que el sindicalismo opositor realizó contra el gobierno nacional y lo calificó de ‘violento‘ y ‘reaccionario‘, mientras desde la CGT de Hugo Moyano se reiteró el reclamo de respuesta a sus demandas.
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El Gobierno insistió hoy en cuestionar el paro general que el sindicalismo opositor realizó contra el gobierno nacional y lo calificó de ‘violento‘ y ‘reaccionario‘, mientras desde la CGT de Hugo Moyano se reiteró el reclamo de respuesta a sus demandas.
Para reforzar el impacto de la medida, el moyanismo anticipó que realizará en la segunda quincena de diciembre una movilización al Congreso, para presentar ‘un millón‘ de firmas que espera reunir para lograr el tratamiento de un proyecto que presentó sobre la universalización de las asignaciones familiares.
El paro nacional convocado por la CGT y la CTA opositora para reclamar por la suba del mínimo imponible, entre otras cuestiones, volvió a generar repercusiones y críticas por parte de funcionarios que descalificaron la metodología de los bloqueos.
El ministro de Planificación, Julio De Vido, aseguró que el paro fue ‘violento, contra el pueblo y a favor de los monopolios y los intereses concentrados‘ y lamentó que la convocatoria fue ‘reaccionaria‘.
El martes, sobre el final de la medida de fuerza, la presidenta Cristina Fernández consideró que ‘no fue una huelga, ni un paro ni un piquete‘ y, en cambio, prefirió calificarlo como un ‘apriete, una amenaza‘.
En esta línea se expresaron los funcionarios del Gobierno, como De Vido y también se sumó el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien opinó que ‘si un paro es legitimado por el conjunto de los trabajadores no requiere de un bloqueo, parecería más que no fue un paro de adhesión, sino de hecho y eso impide evaluar acatamientos y demás‘.
En respuesta a la evaluación del kirchnerismo, Moyano se mostró preocupado por la actitud ‘de nerviosismo‘ que, según sostuvo, exhibió la Presidenta ayer durante un acto en la ciudad bonaerense de San Pedro, donde descalificó la huelga.
‘De ninguna manera la Presidenta va a intentar negociar con nosotros, pero eso es lo de menos‘, sostuvo el camionero, quien pidió que lo que demandan los sindicalistas ‘se lo dé a (Antonio) Caló, que se lo dé a (Armando) Cavalieri, que se lo dé a (Oscar) Lescano, la nueva izquierda revolucionaria, pero que le dé respuesta a los trabajadores‘.
En esa línea, manifestó que Fernández de Kirchner ‘tiene que gobernar para todos los argentinos‘ y lamentó ‘el nerviosismo de la Presidenta, descalificando una vez más, diciendo cosas que no tienen sentido‘.
La respuesta de la mandataria también generó la reacción de Facundo Moyano, diputado nacional y titular del gremio de Peajes, quien opinó que fue ‘lamentable‘ su actitud y analizó que ‘por este camino, las cosas no pueden terminar bien‘ porque ‘los trabajadores van a dejar de acompañar este proyecto‘ político.
‘¿Con qué necesidad (la Presidenta) profundiza el enfrentamiento? Nosotros somos extorsionadores, chantajistas, corporativos, no pensamos en el pueblo. La verdad está siempre de su lado‘, se quejó el legislador oficialista.
Por su parte, el titular del Sindicato de los Canillitas, Omar Plaini, habló de una huelga nacional ‘contundente‘ y le reclamó al Gobierno abrir ‘una mesa de consenso‘, al considerar que el proyecto popular no se construye con un ‘empresariado nacional‘ que, aseguró, ‘tiene menos patriotismo que los hijos de Caniggia‘.