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La comuna, en falta con discapacitados

Jueves, 22 de noviembre de 2012 22:03
“Si debo llevar a mi hija en el auto de mi hermano, el certificado que me dio la comuna no me sirve”, advirtió Eguren.

Las personas discapacitadas y sus familiares sobrellevan un sinfín de dificultades que disposiciones absurdas y trabas burocráticas suelen tornar todavía más pesadas. Hugo Eguren, un vecino del barrio La Loma, expuso su decepcionante experiencia en la gestión de una constancia de discapacidad, ante el municipio capitalino, para mostrar hasta dónde llega la indolencia.

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“Si debo llevar a mi hija en el auto de mi hermano, el certificado que me dio la comuna no me sirve”, advirtió Eguren.

Las personas discapacitadas y sus familiares sobrellevan un sinfín de dificultades que disposiciones absurdas y trabas burocráticas suelen tornar todavía más pesadas. Hugo Eguren, un vecino del barrio La Loma, expuso su decepcionante experiencia en la gestión de una constancia de discapacidad, ante el municipio capitalino, para mostrar hasta dónde llega la indolencia.

El indignado papá comenzó a tramitar ese certificado en mayo último, para evitar multas en los permanentes traslados de su hija, en el auto familiar, a los servicios donde recibe atención. Para obtener la constancia que flexibiliza los estacionamientos en casos justificados por diagnósticos médicos, Eguren tuvo que acreditar un sinnúmero de requisitos, que completó el 4 de mayo. Sin embargo, la comuna se la entregó recién el 6 de noviembre último y con vencimiento para el 31 de diciembre venidero.

“Con una tardanza de siete meses, me dieron la certificación con una validez de apenas 55 días”, cuestionó Eguren, tras poner de manifiesto que en la efímera constancia ni siquiera se atendieron las formas que respetan otros organismos provinciales y nacionales. La impresión, en efecto, se hizo sobre una hoja común, en blanco y negro, y sin plastificación.

“En este camino de la vida a recorrer Dios quiso que me acompañe una hijita discapacitada a quien con mi esposa, Silvina, le dedicamos el mayor tiempo posible de nuestras vidas, con muchísimo amor, sin descuidar a los otros cuatro bellísimos hijos”, remarcó el papá del barrio La Loma, que no dejó pasar la oportunidad de agradecer a los médicos, vecinos y amigos que los acompañan con inestimables esfuerzos y oraciones en cada uno de los obligados viajes a Buenos Aires.

“Tenemos que movernos mucho para conseguir los beneficios que por ley se otorgan para las personas discapacitadas”, aclaró Eguren, quien detalló las condiciones de entrega de diferentes certificados que gestionó en Salta, Buenos Aires y a nivel nacional, para mostrar lo relegado que está el municipio capitalino en una sensible materia que exige respuestas más humanas e inmediatas. Los funcionarios que incurren en tardanzas exageradas parecen no tener en cuenta que padres en la situación de Hugo y Silvina deben correr, volar, por la vida de sus hijos. No es justo ni razonable que la entrega de una oblea demore siete meses y que apenas después de recibida, deban comenzar a presentar nuevamente toda la documentación que les piden, y encima autenticada por escribanos. La administración pública municipal, por cierto, tiene funcionarios que podrían hacerlo sin costos ni demoras.

En otras jurisdicciones

Para su hija, Eguren obtuvo el certificado de discapacidad emitido por la Provincia de Salta en tres días. Solo le pidieron el DNI y el certificado médico. Para el pase de transporte público de Capital Federal y el Gran Buenos Aires tuvo que presentar el certificado de discapacidad original, el DNI y una foto 4x4. Se lo entregaron, plastificado, en el momento.

Para la oblea de alcance nacional que habilita a los vehículos particulares que transportan personas discapacitadas solo tuvo que presentar el certificado de discapacidad original. En 8 días hábiles recibió las dos obleas plastificadas en su domicilio.

Para el sistema de ómnibus de Saeta, el vecino de La Loma presentó el certificado de discapacidad y el DNI de su hija. Le entregaron el pase en forma inmediata y con validez, como en todos los casos anteriores, por los años determinados en el certificado de discapacidad extendido por el organismo oficial de la Provincia. En el municipio, según Eguren, le pidieron el DNI y el certificado de discapacidad de su hija, la cédula verde del auto familiar, revisión técnica, seguro, el DNI y el carné de la persona que maneja ese vehículo.

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