“Si yo no bajo el sonido, la gente no empieza a salir y ahí adentro nos moríamos todos”. La frase pertenece a Omar Chabán, gerenciador del boliche República de Cromañón, lugar en el que murieron 195 personas la noche del 30 de diciembre de 2004. Ese día el grupo de música Callejeros, cuyos músicos fueron condenados por el hecho junto a Chabán, brindaban el tercero de una serie de recitales de fin de año.
inicia sesión o regístrate.
“Si yo no bajo el sonido, la gente no empieza a salir y ahí adentro nos moríamos todos”. La frase pertenece a Omar Chabán, gerenciador del boliche República de Cromañón, lugar en el que murieron 195 personas la noche del 30 de diciembre de 2004. Ese día el grupo de música Callejeros, cuyos músicos fueron condenados por el hecho junto a Chabán, brindaban el tercero de una serie de recitales de fin de año.
“Por suerte estaba al lado del sonidista y le dije: Cortá el sonido, cortá. Estos tres locos empezaron a tirar bolitas de fuego al techo. Después supe en la causa que se llaman candelas y que cada una tira 60 bolitas”, recordó Chabán.
Y continuó: “Como no me escuchaba, me abalancé sobre el sonido y bajé las perillas. Al hacer mi acción, ya no escucho música. Después fui a buscar una manguera de agua y cuando me dí vuelta se cortó la luz. La gente empezó a salir como pudo”.
El empresario aseguró que en algún momento pensó en “dejarse morir” en el lugar, pero fue su “obsesión con la verdad” la que lo activó a buscar una escapatoria del local. “Desde allí que tengo esta especie de odio con la humanidad”, sintetizó.
Además de la banda y del empresario, también están imputados representantes del gobierno porteño y de la Policía, los cuales para Chabán no tienen ningún tipo de responsabilidad en la tragedia de aquella noche.
“La gente de la Municipalidad es intachable. El subcomisario llegó en 7 minutos y empezó a sacar gente. Ellos son intachables. Le están sobredimensionando la condena”, reflexionó el empresario que se hizo conocido en el ambiente under por los recitales que organizaba en el teatro Cemento.
Chabán insiste en responsabilizar al “loco”, al “imbécil” que prendió las bengalas y se rehúsa a ligar a los músicos de Callejeros con esta actitud. “El otro día miraba un documental de (Benito) Mussolini y ya se usaban bengalas. Desde el nazismo que se usan bengalas. ¿Qué culpa tiene Callejeros de esto?”, se preguntó.
“¿De quién es la responsabilidad de la tragedia?”, le preguntó el periodista Mauro Viale en América Noticas. “De estos tres pibes que prendieron las bengalas y hay que prohibir el material (la tela que se usaba para proteger el techo)”, respondió Chabán.
Y reflexionó: “Prender una bengala es un hecho masturbatorio, autista, que no toma en cuenta a nadie”.
Chabán recordó que durante un recital de La Renga un joven perdió la vida al ser impactado por una bengala náutica, sin embargo en aquel entonces se cargó la responsabilidad sobre el joven que había utilizado la pirotecnia y no sobre el dueño del estadio.
El empresario también defendió a su exempleado de seguridad, Raúl Villarreal, quien según sus palabras, durante 20 años se dedicó a cobrar entradas y a enseñarles a las nuevas bandas de rock cómo se administraba la organización de recitales. “Ganaba 50 pesos por noche”, recordó.
Mientras espera que se sustancien los recursos de apelación contra el fallo de la Cámara de Casación, Chabán dice que espera “con miedo” la resolución del caso. Pasa sus días leyendo y viendo películas y asegura que no hará “más nada” en su vida. “Si sabía que iba a ir a prisión, no hubiera hecho nada. Me hubiera dedicado a dirigir obras de teatro”, repasa sobre su historia como productor.
Chabán indicó que aceptará lo que diga el Poder Judicial, pero adelantó que empezará a hablar en distintos medios de prensa para defenderse. “Tenemos que salir todos los condenados a hablar, sino nos transformamos en un número”, adelantó.