¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

18°
18 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

?Me dijo: "Perdoná amor, te voy a pegar un tiro'?

Jueves, 29 de noviembre de 2012 02:25

Rosa del Milagro Ponce (31) estaba aterrada. Tenía pánico de ingresar al recinto de Ciudad Judicial donde se encontraría frente a frente con su expareja Walter Andrés Pérez (32).

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Rosa del Milagro Ponce (31) estaba aterrada. Tenía pánico de ingresar al recinto de Ciudad Judicial donde se encontraría frente a frente con su expareja Walter Andrés Pérez (32).

Para ella volver a recordar la noche del 16 de abril de 2011 fue durísimo. En su domicilio del barrio Castañares, la mujer, peluquera de oficio, fue secuestrada casi cinco horas, abusada sexualmente y recibió tres disparos de parte del hombre con el que había mantenido un noviazgo durante ocho años y quien está imputado por los hechos.

El juicio se desarrolla en la Cámara Segunda en lo Criminal.

“Quiero que haya una condena. Que pague por lo que hizo”, dijo con seguridad la víctima al iniciar su relato. “Yo estaba estudiando en mi cuarto. Eran las 3.30. El entró a mi casa sin hacer ruido. Lo vi parado en la puerta de mi pieza. Tenía olor a cerveza. Lo noté nervioso, lloraba. Sacó el arma. Lo hice entrar para tranquilizarlo. Me dijo que no quería que termináramos la relación. "No grités, no llorés porque acá termina todo porque tengo un arma', fueron sus palabras”, sostuvo la mujer.

“El decía que volvamos, que iba a hacer las cosas bien, que buscaría trabajo, que entraría en la Policía, que formáramos una familia, pero yo le dije que no se trataba solo de eso, sino de la violencia que tenía hacia mí. No sé si se perdió, se puso loco, agarró la pistola, me la puso en la cabeza y me obligó a tener relaciones. Le dije que no hiciera eso. Me quiso poner la pistola en mis partes íntimas. Yo tenía miedo que me disparara ahí y le dije: "Vos no sos así ¿Por qué haces esto?'. La sacó, me pidió perdón, dijo que no sabía cómo actuar. Le pedí que me diera la pistola. La agarré y le dije que mirara para otro lado, pensé en ponerla debajo del colchón. Nos dormimos. No sentí cuando sacó el arma. Después me desperté cuando escuché ruido y él me dijo "perdoname mi amor, te voy a meter un tiro en la cabeza” y sentí el disparo. Un ruido como cohete en mi oído. Me di la vuelta. El estaba parado al costado de la cama, lo miré... "¿Querés estar con otro?' dijo, y se me vino encima; lo pateé y me disparó en el pecho. Después se disparó él, yo lo miré, me levanté y llamé a la Policía. El estaba tirado, convulsionaba, no lo quise tocar”, contó entre lágrimas, angustiada y con gran tristeza. “Si yo hubiese estado despierta él no lo habría hecho. No creo que me hubiese disparado mirándome a los ojos”, manifestó Rosa. “A mí nadie me asegura que el día que salga no me va a buscar. Walter se toma su tiempo, paciencia, pero nunca olvida y yo tengo miedo. Me decía que si yo no era de él, no sería de nadie”, finalizó.

 Recuerdos de otros episodios de violencia

La víctima recordó durante la audiencia otras situaciones de violencia que sufrió. “Una vez entramos a mi casa y se perdió de nuevo. Agarró una botella, me insultó, la rompió y se la ponía en el cuello y me la ponía a mí después”, relató Rosa Ponce.

“En otra ocasión habíamos salido con amigos a un karaoke. Al final me decía que uno me miraba, que yo me insinuaba. Hasta hizo problemas por las letras de las canciones. Cuando salimos estaba alterado, enojado, y discutimos hasta que me empujó contra una vidriera y me caí. Unos chicos se agarraron a pelear con él cuando vieron lo que pasó”, aseguró. “En un casamiento, en Orán, fui a buscar una torta y un señor me dijo una pavada. El se puso loco, estaba tomado, así que fui a la Policía. Pero lo denuncié y me subí a un taxi. El iba colgado en la puerta y lloraba”, recordó.

“Yo había cortado definitivamente. Era una decisión que venía pensando desde hacía dos años. La tomé en diciembre de 2010. Siempre pensé que él podía cambiar. No fue fácil decirle adiós, fue una persona importante en mi vida, que yo amé mucho”, se lamentó. “Con regalos, rosas, él pensaba que las cosas se tranquilizaban, se arreglaban. Yo siempre traté de buscar un equilibrio. No quería formar una familia con él, en ese entorno violento. Era demasiado celoso”, culminó.

 Testimonios de médicos y policías

Además de la víctima, ayer declararon cinco testigos ante el Tribunal, integrado por los magistrados Angel Longarte, Bernardo Ruiz y Carlos Pucheta.

Entre ellos el médico legal de la Policía Pablo Alanís, quien examinó, el 20 de abril de 2011 a Walter Pérez en la terapia intensiva del hospital San Bernardo.

También se presentó en tribunales la bioquímica de la Policía, Cecilia Altobelli, quien realizó una técnica orientativa para hallar plomo, bario y antimonio, que pueden quedar después de un disparo en las manos de los involucrados. Extrañamente los resultados fueron negativos para Rosa y su expareja, pero positivo para Darío Ponce, hermano de la víctima, quien es policía. El acusado le endilgó a él la responsabilidad del hecho de sangre durante la primera audiencia de este juicio, que comenzó el martes pasado.

La tercera en declarar fue la médica legal Beatriz Nieto Díaz, quien examinó a los heridos en diferentes ocasiones.

El oficial auxiliar Héctor Castelli, del 911, también declaró ayer, lo mismo que la cabo Susana Gutiérrez, de Criminalística. 
 

 

 

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD