El solo hecho de llegar a la zona ya constituye una odisea.
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El solo hecho de llegar a la zona ya constituye una odisea.
La escuela 4150 “Santiago de Compostela” está al frente de la plaza central de Isla de Cañas, un pueblo a 70 kilómetros al oeste de San Ramón de la Nueva Orán.
Allí, Ana García de Soto es la directora de la institución que recibe para este ciclo lectivo a 307 niños.
Para el año que viene se inaugura otra división, así que llegará hasta los 330 niños aproximadamente.
Los chicos allí desayunan, almuerzan y meriendan.
Ana recuerda que fue durante la última campaña electoral que llegó Juan Manuel Urtubey, siendo aún candidato, y le prometió una cocina nueva al ver dónde y cómo daban de comer a los chicos.
El gobernador cumplió su promesa y les hizo llegar una cocina industrial flamante.
Pequeño detalle
Lamentablemente, las autoridades no tuvieron en cuenta un detalle: en la zona no hay gas natural y las hermosas cocinas consumen una garrafa en cuestión de días.
Hasta hoy Agustina Cabana, Josefina Palacio y Guadalupe Benítez siguen cocinando en el rancho con chapas negra y calentando las ollas con madera de cebil.
La directora volvió a repetir el pedido al Ministerio de Educación. Sabe que lo mejor sería poner una chancha. Además quiere que se comprometan a proveerla de gas al menos una vez al mes.
El otro reclamo se relaciona con el comienzo del período de lluvias en la zona.
La directora pide un tinglado porque cuando llueve, el espacio que tienen los chicos para la recreación resulta mínimo y los actos no se pueden realizar.
La semana última estuvo la supervisora de la zona, Teresa Mustafá, y se comprometió a agilizar todas las gestiones ante el Ministerio de Educación, pero no garantiza que se cumpla el pedido.