¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

19°
23 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Obama se ocupa más de China que de la región

Miércoles, 07 de noviembre de 2012 02:50

El triunfo de Barack Obama, luego de cuatro años de crisis y desencantos, será objeto de profundos análisis en los próximos días. En general, el mandatario demócrata, plebeyo y, por añadidura, negro, sigue siendo simpático para sus compatriotas y para el resto del mundo, aunque su gestión queda muy lejos del sueño de Martin Luther King o de la epopeya sudafricana de Nelson Mandela. Sin embargo, Obama demostró que su triunfo de 2008 fue mucho más que un exitoso manejo de las redes digitales o que la mera consecuencia de los desaguisados de George Bush.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El triunfo de Barack Obama, luego de cuatro años de crisis y desencantos, será objeto de profundos análisis en los próximos días. En general, el mandatario demócrata, plebeyo y, por añadidura, negro, sigue siendo simpático para sus compatriotas y para el resto del mundo, aunque su gestión queda muy lejos del sueño de Martin Luther King o de la epopeya sudafricana de Nelson Mandela. Sin embargo, Obama demostró que su triunfo de 2008 fue mucho más que un exitoso manejo de las redes digitales o que la mera consecuencia de los desaguisados de George Bush.

Obama es un estadounidense puro, a pesar de su padre keniata y su educación en Indonesia. Es un demócrata menos heterodoxo de lo que parece, en un país donde las diferencias nunca ponen en peligro al sistema.

Según los expertos, Obama prestará más atención a China mientras que su adversario Mitt Romney hubiera privilegiado los problemas de Oriente medio, con el conflicto entre Israel e Irán incluido. Obama prometió dejar Afganistán en 2014 y quiere cerrar el capitulo de intervenciones militares en el medio Oriente y las crisis en Libia, Egipto y Siria.

Latinoamérica no será la prioridad de la política exterior norteamericana. Por estos pagos, Obama goza de mayores simpatías ideológicas, pero en lo económico las cosas no están tan claras. Los republicanos suelen ser más abiertos al libre comercio y la inversión, y menos proteccionistas.

Para la Argentina, encolumnada en un antiimperialismo algo setentista la casa Blanca parece clausurada sea quien sea su inquilino.

En Brasil, la gran mayoría celebró la victoria de Barak Obama. Lo ven más pacífico y más popular que su rival derrotado ayer.

Pero los cuatro años pasados demuestran que Obama sabe muy bien que el mundo ha cambiado. Piensa que China es la nueva superpotencia económica y que el BRIC -Brasil, Rusia, India y China- se va convirtiendo en gran protagonista de un mundo que mira perplejo la agónica crisis europea. La política internacional une o divide por intereses más que por ideas.

 

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD