Descuido en su máxima expresión. El pasado viernes, dos transportes escolares fueron sorprendidos por agentes de Tránsito realizando trasbordos en la vía pública. Para esta situación necesitan un permiso especial en condiciones controladas, ya que exponen la integridad física de los menores transportados.
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Descuido en su máxima expresión. El pasado viernes, dos transportes escolares fueron sorprendidos por agentes de Tránsito realizando trasbordos en la vía pública. Para esta situación necesitan un permiso especial en condiciones controladas, ya que exponen la integridad física de los menores transportados.
Pero, además, estos vehículos tampoco contaban con celadoras, que son las encargadas de vigilar, controlar y brindar seguridad a los chicos en los ascensos y descensos.
Los transportes fueron hallados en un procedimiento de rutina por personal de la Dirección General Tránsito sobre la calle J. A. Fernández al 1315. Allí, los uniformados observaron cómo el chofer de uno de los vehículos dejaba en la vereda a los menores y otro los recogía para llevarlos a su destino final. Por ello los agentes procedieron a multar a ambos conforme a las ordenanzas vigentes 13.325 y 12.211.
Andrés Martínez, director de Gestión del Tránsito, señaló que “el trasbordo no está permitido bajo ningún concepto y que la presencia de una celadora en el transporte escolar es un requisito fundamental para la habilitación del servicio”.
“Nuestra función es velar por la seguridad de toda la comunidad, pero con mayor énfasis si se trata de menores de edad, ya que estos trasbordos irregulares, que se realizaban en plena vía pública y sin las mínimas condiciones de seguridad, ponían en riesgo a los chicos”, señaló Martínez.
A su vez, el funcionario público destacó que este tipo de controles se realizan a diario. “Siempre hay personal de Tránsito en las puertas de las escuelas y se realizan operativos especiales en zonas conflictivas para asegurar el flujo de tránsito. Controlamos el ascenso y descenso de los niños del vehículo, hacemos respetar la zona exclusiva para transportes escolares y estamos atentos a los que se estacionan en doble fila”, finalizó.
Control constante
Andrés Martínez aseguró que mensualmente los transportes deben pasar por la Dirección de Tránsito para verificar el estado de los vehículos y si cumplen con todos los requerimientos.
“Somos muy severos con estos controles. Verificamos la velocidad máxima a la que circulan los choferes con los tacógrafos que se implementaron este año, cinturones de seguridad, asientos y demás medidas de seguridad. Inclusive, se dio de baja a un par de vehículos por esta medida que adoptamos”, finalizó