Cuatro robos de agroquímicos en igual cantidad de establecimientos agropecuarios durante la última semana encendieron el alerta y la alarma entre productores del norte salteño. Y es que todos los años, en esta época, se repite este tipo de ilícitos sin que se logre nunca una solución de fondo para el problema.
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Cuatro robos de agroquímicos en igual cantidad de establecimientos agropecuarios durante la última semana encendieron el alerta y la alarma entre productores del norte salteño. Y es que todos los años, en esta época, se repite este tipo de ilícitos sin que se logre nunca una solución de fondo para el problema.
Esta vez, en uno de los robos hubo violencia contra el sereno de un establecimiento quien, a punta de pistola, fue maniatado y amordazado por los malvivientes. De acuerdo a las primeras estimaciones de los productores perjudicados, el monto de los robos supera los 300 mil pesos, una cifra por demás alta que perjudica la actividad agropecuaria en el norte provincial.
Al mismo tiempo, la zona del Valle de Lerma está siendo azotada por el accionar de cuatreros que roban ganado e incluso lo faenan en los propios potreros de los productores ganaderos afectados.
Los establecimientos afectados por los robos de agroquímicos están ubicados, uno, a orillas del río Bermejo del lado Pichanal, otro en la zona de Embarcación, y los otros dos en la zona de Coronel Cornejo.
En uno de los casos, en la finca La Junta (de finca San Lucas S.A.), el robo ocurrió el miércoles pasado en horas de la madrugada. Por el ilícito hay una denuncia radicada en la comisaría de Pichanal. Otro de los hechos es más grave aún porque entraron tres personas encapuchadas y armadas, quienes amenazaron y ataron al sereno de guardia; ocurrió en una importante planta de una empresa agropecuaria de la zona que está pegada a la ciudad de Embarcación. El tercero es en una finca de Coronel Cornejo, denominada Campo Grande. El cuarto robo se registró en la madrugada de ayer, también en una finca de Coronel Cornejo, sobre el camino que va a Corralito.
Sabían lo que buscaban
En el caso de Pichanal, los delincuentes robaron agroquímicos herbicidas para caña de azúcar y, al parecer, en este caso se llevaron lo que pudieron o tenían a mano. Pero los otros casos son de insecticidas o curasemillas de última generación, muy concentrados y de valores muy altos en cuanto al precio por litro. En estos últimos da la impresión de que sabían qué era lo que buscaban y que no fueron hechos improvisados o al azar.
En la finca La Junta - Pichanal, el volumen de lo robado ronda los 750 a 800 kilos. En este caso, la Policía constató el hurto y certificó huellas de zapatillas dentro del galpón y las claras marcas del vehículo utilizado para sacar esa mercadería. En el caso de Embarcación fueron solo unos 100 litros, pero de un producto muy caro, y no tocaron nada más; en Coronel Cornejo, en cambio, se llevaron 500 litros aproximadamente y también está claro que sacaron el producto a pie, unos 1.000 metros, y allí los esperaba un vehículo. También hay huellas de gente a pie y de una camioneta tipo F-100. En el último robo, registrado en la madrugada de ayer, se llevaron unos 200 litros de fungicida para soja, por un valor cercano a los 50 mil pesos.
Consultado por El Tribuno, el encargado de uno de los establecimientos manifestó que “en todos los casos ya se realizaron las denuncias correspondientes y esperamos que se resuelvan los hechos a la brevedad”.
“Particularmente en el caso de finca La Junta, que es jurisdicción de Pichanal, la denuncia se realizó el jueves pasado y ayer, en horas de la tarde, se hizo presente en el lugar personal de la Brigada de Investigaciones de Orán para recorrer la zona”, dijo.
También en la tarde de ayer la Brigada de Tartagal se presentó en una de las fincas de Coronel Cornejo para hacer un reconocimiento del lugar.
El encargado afirmó: “Necesitamos que la Policía nos dé respuestas inmediatas, de lo contrario tememos que quienes cometen estos ilícitos van a ir ganando confianza al ver que los tiempos se dilatan y se van a multiplicar los robos en toda la zona”.
El encargado deslizó que “tomando en cuenta los productos robados, debemos suponer que si se los llevan es porque hay un mercado negro que los compra y hay cierta demanda”.
“Un peligro en manos inadecuadas”
En diálogo con El Tribuno, el secretario de Prograno, Ezequiel Vedoya, manifestó que “por estos días se estuvo tratando en la Legislatura salteña la ley de agroquímicos, y ahora acaban de robar un volumen importante de productos, que mal usados o acopiados pueden ser muy nocivos para la salud humana. La sensación que hay desde la producción es que estamos en un estado de indefensión alarmante. Estos hechos se repiten año a año y nadie sabe en manos de quién terminan estos productos”.
“Sería bueno que además de apuntar a dar un salto de calidad con estas leyes, se haga otro tipo de tareas de prevención de delitos como estos, que generan todo tipo de desconfianza y suspicacias y le dan a la zona en general la sensación de que estamos volviendo a la ley del más fuerte, en la que cada uno se defienda como pueda”, lamentó. Vedoya advirtió que lo que pasa “es muy grave, porque estas cosas de productores atrincherados y serenos armados de noche no se sabe dónde terminan... pero hacia eso vamos. Desde Prograno instamos a quienes corresponda a que se comprometan a resolver y a prevenir estos delitos, todos trabajamos dentro de la provincia y pagamos nuestros impuestos y si a ciertas carencias de infraestructura que hoy son evidentes como el estado de algunos caminos, le tenemos que agregar hechos como estos, cada día se hace más difícil producir”, sentenció.
Silencio oficial
El Tribuno intentó sin éxito entrevistar a algún responsable de la Policía Rural. Desde prensa de la fuerza, tampoco se brindó información. También se hizo el intento a través del área de prensa del Ministerio de Seguridad de la Provincia, pero sin éxito.
Ganaderos armados en el Valle
El de los agroquímicos no es el único robo que vienen sufriendo los productores. Quienes se dedican a la ganadería en el Valle de Lerma, tanto para carne como para leche, también están siendo blanco de ilícitos que tienen que ver con el robo de ganado y la faena clandestina, dentro de sus propios potreros.
“Este problema lo venimos sufriendo desde el año pasado y se intensifica en estas fechas por la proximidad de las fiestas de fin de año. Lamentablemente la Policía Rural no tiene los elementos para combatir estos hechos”, señaló el productor de una finca ganadera de la zona.
El hombre, quien pidió mantener su identidad en reserva, advirtió que tanto él como sus vecinos decidieron patrullar sus campos armados. “Lamentablemente no nos queda otra salida. No podemos contratar serenos porque los cuatreros andan armados y si les pasa algo somos responsables por ellos, pero tampoco estamos dispuestos a quedarnos de brazos cruzados viendo cómo destruyen nuestro trabajo”, advirtió el productor.
El hombre manifestó que hace una semana le faenaron, dentro del potrero de su campo, un toro de 1.000 kilos con un valor de 20 mil pesos y una vaca de 800 kilos y un valor de 15 mil pesos. “Lleva años criar un toro hasta que lo podemos comercializar y estos delincuentes vienen y eligen uno al azar y lo hacen asado como si nada. Sabemos que arriesgamos nuestras vidas pero nos armamos para defender nuestro trabajo”, sentenció.
En la misma zona, el año pasado sucedieron hechos similares para esta época y la Policía Rural llegaba en el colectivo a relevar la situación. Ni móviles tienen, no le podemos pedir nada”, se quejó el productor.
“Es una situación muy delicada y se ha dejado que avancen estos ilícitos, antes la Policía Rural tenía una presencia muy fuerte y estos robos eran muy raros, pero ahora la fuerza está desmantelada, no pueden prevenir nada”, lamentó el productor.
De acuerdo a lo señalado, en todos los ilícitos el modus operandi es el mismo: “Los enganchan de una de las patas delanteras y la cabeza y los arrastran unos 100 metros dentro del mismo potrero y ahí mismo los faenan”.
“Si quieren dar con estas bandas habría que hacer controles en las carnicerías, en esta época, por las fiestas de fin de año empiezan a aparecer las ofertas y, simultáneamente, aparecen los problemas de abigeato para nosotros”, se quejó el productor.