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Thatcher, el Belgrano y las nuevas revelaciones de un ataque errático

Sabado, 29 de diciembre de 2012 01:20

La ex primera ministra británica Margaret Thatcher “jamás” pensó que la Argentina realizaría una incursión militar a las Islas Malvinas para recuperarlas, acción que consideró “estúpida”, según documentos desclasificados por Londres que, además, permitieron saber que el hundimiento del crucero General Belgrano se decidió “en un almuerzo”.

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La ex primera ministra británica Margaret Thatcher “jamás” pensó que la Argentina realizaría una incursión militar a las Islas Malvinas para recuperarlas, acción que consideró “estúpida”, según documentos desclasificados por Londres que, además, permitieron saber que el hundimiento del crucero General Belgrano se decidió “en un almuerzo”.

A más de 30 años de la guerra por el archipiélago, Londres difundió unos 3.500 documentos vinculados al conflicto, entre ellos los que revelan las presiones del Reino Unido a Francia para que no venda misiles Exocet a la Argentina, un frustrado encuentro con el ex dictador Leopoldo Galtieri en Cancún y la posibilidad de dar a las Naciones Unidas la administración insular.

“Jamás, jamás pensé que Argentina invadiría directamente las Malvinas. Fue una acción tan estúpida”, declaró Thatcher ante una comisión investigadora británica sobre las Malvinas en octubre de 1982, cuatro meses después de terminada la guerra.

El 31 de marzo de 1982, dos días antes de la denominada Operación Rosario, Thatcher fue informada por los servicios secretos británicos de la inminente acción dispuesta por la Junta Militar: “Fue el peor día de mi vida”, aseguró.

“Aquella noche nadie pudo decirme cómo podríamos recuperar las Malvinas (Falklands en el original). Nadie. No lo sabíamos, no lo sabíamos”, enfatizó en sus declaraciones.

El 2 de mayo de 1982, el submarino británico HMS Conqueror hundió al crucero General Belgrano, una decisión polémica, porque el navío se encontraba fuera de la zona de exclusión, medida que, se sabe ahora, se tomó durante un almuerzo.

Según se desprende de la documentación desclasificada, la decisión de atacar al crucero fue tomada por Thatcher y un pequeño grupo de funcionarios y políticos reunidos el mismo 2 de mayo, durante un almuerzo en Chequers, la residencia de fin de semana de la primera ministra.

El expediente del Foreign Office titulado “El hundimiento del crucero argentino General Belgrano” (FCO 7/4572) incluye un telegrama del titular de la Cancillería, Francis Pym, al jefe de la delegación británica ante la ONU en Nueva York, en el que dio a conocer la noticia del ataque del Conqueror.

El hundimiento del Belgrano cambió el curso de la guerra: además de generar casi la mitad de las bajas totales argentinas (323 sobre 649), llevó a Galtieri a terminar con cualquier posible acuerdo propuesto por el entonces presidente de Perú, Fernando Belaúnde Terry, para que las partes dispongan un cese de fuego.

“ El Gobierno argentino, ante esta presión militar tras el hundimiento del Belgrano, no aceptará ninguna negociación sobre la paz en el Atlántico Sur en las presentes circunstancias. Preferimos morir de pie antes que vivir de rodillas”, le dijo Galtieri al mandatario peruano como una contundcente respuesta.

La fuerte presión a Francia por la venta de “Exocet”

SIN MISILES MARGARET THATCHER, DIAS DESPUES DEL “TIRON DE OREJAS”

 

Los archivos que Gran Bretaña liberó también incluyen un telegrama de Thatcher a su par francés, Fran‡ois Mitterrand, del 30 de mayo de 1982, para presionar a París a fin de evitar que le venda misiles Exocet a Perú, que podían llegar luego a Buenos Aires.

“Si el mundo supiera, como probablemente sería el caso, que Francia entrega ahora a Perú armas que seguramente serán suministradas a Argentina que pueden ser utilizadas contra nosotros, aliados de Francia, ello tendría una efecto devastador para las relaciones entre nuestros dos países. Ello tendría un efecto devastador para la Alianza” (OTAN), dijo Thatcher.

Sobre un posible encuentro con Galtieri, se supo que el ex presidente de México José López Portillo buscó, sin éxito, organizar una cumbre en Cancún, mientras que sobre una posible cesión de la administración insular a las Naciones Unidas fue contemplada por Thatcher.

La ex primera ministra se lo mencionó al secretario de Estado del Vaticano, cardenal Agostino Casaroli, durante la visita del papa Juan Pablo II a Londres el 28 de mayo de 1982.

 

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