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Las redes sociales son el quinto poder

Domingo, 30 de diciembre de 2012 22:52

 No falta mucho para el bicentenario de la Batalla de Salta desatada el 20 de febrero de 1813 entre los campos de Castañares y El Portezuelo. En 200 años la forma de comunicación y de organización social para diversos fines ha variado diametralmente en pos de una increíble explosión tecnológica en los últimos 10 años. Por loca que parezca la analogía, sirve para situarnos en un pasado histórico que cuesta entender desde nuestra realidad virtual. Con un celular a mano, el “Chocolate” Saravia no hubiera necesitado disfrazarse de repartidor de leña y pasar frente a los realistas con una recua de burros sólo para medir el número y ubicación de las tropas enemigas.

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 No falta mucho para el bicentenario de la Batalla de Salta desatada el 20 de febrero de 1813 entre los campos de Castañares y El Portezuelo. En 200 años la forma de comunicación y de organización social para diversos fines ha variado diametralmente en pos de una increíble explosión tecnológica en los últimos 10 años. Por loca que parezca la analogía, sirve para situarnos en un pasado histórico que cuesta entender desde nuestra realidad virtual. Con un celular a mano, el “Chocolate” Saravia no hubiera necesitado disfrazarse de repartidor de leña y pasar frente a los realistas con una recua de burros sólo para medir el número y ubicación de las tropas enemigas.

En la casona de Castañares Belgrano escribía con pluma y tinta, a la luz de la vela, las crónicas de este nuevo viaje por la independencia, mientras esperaba la información que traería Saravia en horas y no segundos, como toma acceder hoy a Google Earth o al chat con Skype. Difíciles épocas aquellas alumbradas por los luceros y lideradas por hombres de palabra y de a pie. Rara época ésta en la que el acceso a todo es tan ilimitado que casi nadie se conoce y existe la sensación de que la persona está en un plano indefinido. Todo cambió, se acercó, se volvió tan accesible como impersonal gracias a las redes sociales. Twitter, Facebook, Blogspot, YouTube, los e-mails y los sms, demostraron un enorme poder organizador en Argentina, como en todo el mundo, en este 2012.

En septiembre toda la ingeniería K se puso al servicio de una explicación que delate al autor intelectual de la tremenda manifestación que realizaron argentinos “bien vestidos” el jueves 13 de ese mes. En casi todas las provincias se unieron al son de las cacerolas miles de ciudadanos cansados de la inseguridad, la inflación (y las mentiras sobre la inflación), la corrupción, la soberbia, el amigo-enemigo, el cepo sobre el dólar, el poder inquisidor de la AFIP y el afán kirchnerista de perpetuarse en el poder.

El “vamos por todo” hizo que los cansados e impotentes salieran a protestar en las principales ciudades del país. En Salta, la cita coincidió con El Milagro y, sin embargo, al menos 1.500 personas cantaron el himno en la plaza de la Legistatura provincial. Con este primer éxito, la apuesta se redobló el 8 de noviembre. Cientos de miles de argentinos marcharon en forma pacífica, reclamando lo mismo, a un gobierno que públicamente no acusó recibo, pero puertas adentro hizo rechinar los dientes de todo el gabinete.

El Cipayo, ¿el organizador?

Las investigaciones sobre el origen del cacerolazo conducen sin otra esperanza a las redes. El 9 de noviembre, después del histórico 8N, el analista Carlos Pagni escribió en La Nación: “Los políticos se han quedado estupefactos”, como sucedió en países de Europa cuando las manifestaciones han sido organizadas por redes sociales. Fogonearon la convocatoria cientos de comunidades virtuales entre las que se destacan “Yo no voté a la Kretina”, “Argentinos indignados”, “El Anti K”, “No más K Unamos nuestros votos”, “Frente Unión Contra K- FUCK” y “El Cipayo”.

Aseguran que esta última agrupación virtual es comandada por un tal Luciano o Lucho Bugallo, un empresario vinculado al polo y a la equitación. Quién dice que no pueda convertirse en un férreo dirigente de la oposición. Sin dudas, la cuenta El Cipayo fue una de las más activas articuladoras del cacerolazo. En Linkedin, Bugallo se define como un militante político con grandes aspiraciones.

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