En la madrugada del 28 de noviembre un vecino del barrio El Jardín, de la localidad de San Agustín, derribó los arcos y parte de la estructura de un moderno playón deportivo que la Municipalidad de La Merced construye en esa población rural, y que no llegó a inaugurar.
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En la madrugada del 28 de noviembre un vecino del barrio El Jardín, de la localidad de San Agustín, derribó los arcos y parte de la estructura de un moderno playón deportivo que la Municipalidad de La Merced construye en esa población rural, y que no llegó a inaugurar.
El autor del incalificable atentado fue identificado por los vecinos como Ariel Araya (30), quien amoladora en mano echó por tierra un largo anhelo de la juventud y la niñez del humilde paraje tabacalero.
Ricardo Madrid, delegado municipal de San Agustín, aseguró que Araya estaba en desacuerdo con el funcionamiento de este espacio de recreación en cercanías de su vivienda.
“Para evitar problemas se cercó perimetralmente el playón y se le colocó un parapelotas de cuatro metros de altura, pero fue en vano”, dijo el funcionario. La Policía local fue alertada en horas de la madrugada sobre el accionar del sujeto, quien comenzó su labor destructiva sobre el arco de fútbol. Los uniformados se hicieron presentes cuando ya derribaba el cesto de básquet y detuvieron a Araya, quien fue demorado por espacio de una hora en el destacamento pero la Fiscalía de Cerrillos ordenó su liberación y trascendió que prestó declaración el mismo miércoles 28. Araya fue entrevistado ayer por El Tribuno y, a pesar de las decenas de testigos y de haber sido detenido con la amoladora en la mano, negó haberlo hecho, y dijo: “Solo porque me molestan las risas de los chicos y los juegos de los más grandes me culpan, no hay prueba señores, no hay pruebas”, aseguró. “Si este sujeto fue capaz de hacer algo así con un espacio de sana recreación para los chicos, es un verdadero peligro. La Fiscalía debería ocuparse del tema. Lo citaron, declaró y no pasó nada”, contó una vecina. La gente de San Agustín comenzó a llamarlo “Jason, el loco de la amoladora”, y temen que pueda provocar una tragedia en el predio aún no inaugurado. San Agustín se encuentra a 5 kilómetros de La Merced y tiene una población de 3.000 habitantes. Allí se construyó, en barrio Jardín, la moderna multicancha para la práctica de fútbol, básquet y vóley, y se habían invertido en la obra más de $200.000. Desde la Delegación Municipal, que denunció el caso, informaron que no se realizarán reparaciones hasta que la Justicia se expida respecto de quién deberá hacerse cargo de los daños.
Los vecinos dijeron: “Ese tipo es un loco y nos amenazó a todos”.