Una tensa calma se instaló en el radicalismo salteño luego de la visita del interventor designado por el Comité Nacional partidario, Santiago Mascheroni.
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Una tensa calma se instaló en el radicalismo salteño luego de la visita del interventor designado por el Comité Nacional partidario, Santiago Mascheroni.
Tras escuchar en un “mano a mano” a todos los sectores, Mascheroni informará al Comité Nacional de la UCR cómo vio al partido y regresará la próxima semana para trabajar por un marco de unidad política interna.
El diputado por Santa Fe asumió como interventor el martes pasado y concluyó el jueves la ronda de contacto con todas las líneas internas.
Dijo que observó “mucha pasión” y una necesidad común por superarla situación, razón por la cual se fue con la esperanza de encontrar coincidencias armoniosas para encarar la segunda etapa en procura de la unidad política.
Pero el interventor no solo palpó la “pasión” de los radicales salteños.
También fue testigo directo del fuerte temperamento que tienen algunos de sus dirigentes.
En la tarde del martes pasado siguió con oídos atentos el fuerte cruce de opiniones que protagonizaron el capitalino José Farizano y el cafayateño Miguel Nanni (h).
Mascheroni dijo que no se exigirá a nadie que arríe sus posiciones políticas, pero también pidió entender que en la búsqueda de consenso a veces hay que deponer los aspectos más fuertes que pueden haber existido en la última etapa.
La decisión del Comité Nacional no tiene plazo, pero quiere saber si hay condiciones para la normalización y encarar de manera institucional los próximos compromisos electorales.