Los fenómenos climáticos no dan tregua. En los últimos meses, inundaciones y sequías afectaron la producción agrícola y ganadera de distintos puntos de la geografía salteña. Los más perjudicados fueron los pequeños y medianos productores.
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Los fenómenos climáticos no dan tregua. En los últimos meses, inundaciones y sequías afectaron la producción agrícola y ganadera de distintos puntos de la geografía salteña. Los más perjudicados fueron los pequeños y medianos productores.
Una de las regiones más castigadas es la de los Valles Calchaquíes, donde las pérdidas de la producción son cuantiosas a raíz del desborde de ríos. En Angastaco y San Carlos se perdió gran parte de los cultivos apostados a la vera de los ríos Angastaco y Calchaquí, respectivamente, debido a crecientes y desbordes.
Pequeñas plantaciones
En Angastaco, plantaciones de durazno, pimientos y viñedos, así como ganado menor, fueron arrasados por la crecida del río el martes a la noche, que perjudicó principalmente a los pequeños productores.
“Los trabajos de la comuna ya no dan abasto para contener esta situación. Pedimos ayuda a la Provincia, ya que es necesario realizar obras a largo plazo, como un encauzamiento profundo del río y la construcción de gaviones”, dijo a El Tribuno el intendente de Angastaco, Eduardo Díaz.
Cabe destacar que el alud del 23 de diciembre pasado provocó pérdidas en los sembradíos y taponó con barro todos los canales de riego en la zona, los que ya fueron puestos en condiciones.
En San Carlos unas 10 familias perdieron el total de su producción de tomate, pimiento y alfalfa, en tanto que unas seis familias sufrieron inundaciones en campos de pastoreo; todo ello por el desborde del río Calchaquí.
“Estamos gestionando ayuda para los damnificados. Además, es urgente encauzar y realizar defensas en el río San Lucas, que amenaza con ingresar al pueblo. Realizamos refuerzos, pero hay que hacer un trabajo más profundo”, destacó el intendente de San Carlos, Roberto Vásquez.
Payogasta
Los pequeños productores agrícolas de Payogasta sufren varias complicaciones al momento de sacar su producción, debido a los cortes en la ruta nacional 40.
“El total de las cosechas de tomate, arveja, zanahoria y cebolla se pierde cuando la crecida de los ríos afecta la ruta, como ocurrió el año pasado. También se ve perjudicada la venta de quesos y artesanías, ya que los pequeños comerciantes no pueden salir del pueblo”, destacó la intendenta Gladys Salva.
En Molinos, el estado de la ruta nacional 40, sin asfaltar en el tramo que va desde San Carlos hasta San Antonio de los Cobres, dificulta el traslado de la producción de las fincas dedicadas a la actividad vitivinícola.
En Guachipas la crecida de los últimos días del río homónimo provocó el anegamiento de áreas destinadas a pasturas pertenecientes a pequeños productores que se instalaron en tierras fiscales ubicadas en las márgenes del cauce de agua. La zona más afectada se encuentra cerca de la desembocadura del Cabra Corral.