Desesperados y prácticamente en la calle. Así están Carlos Paz y su mujer Guadalupe, padres de Sheila -que es discapacitada- y Nailah, de poco más de un año y 45 días. Es que estos días deben desocupar la habitación que alquilan en Virgilio Tedín y Lerma y el bolsillo ya no les alcanza para seguir pagando alquileres, por eso el joven pide que el IPV le adjudique una casa.
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Desesperados y prácticamente en la calle. Así están Carlos Paz y su mujer Guadalupe, padres de Sheila -que es discapacitada- y Nailah, de poco más de un año y 45 días. Es que estos días deben desocupar la habitación que alquilan en Virgilio Tedín y Lerma y el bolsillo ya no les alcanza para seguir pagando alquileres, por eso el joven pide que el IPV le adjudique una casa.
“Estoy angustiado por mi familia porque no se adónde vamos a ir. No quiero que me regalen nada ni tampoco seguir tirando el dinero en alquileres. Quiero pagar pero la cuota de mi propia casa”, dijo Carlos, que es peluquero.
El joven de 29 años comentó que hace dos meses, cuando la dueña de casa le pidió la pieza, todos los días con su concubina caminan en vano en busca de un techo accesible.
“Cuando nos ven con las nenas nos dicen que no reciben inquilinos con chicos o suben el precio a 1.500 o 1.800 pesos. Es una locura. Yo no puedo cubrir eso”, describió Paz.
El desesperado padre aseguró que tras idas y venidas al Instituto Provincial de Vivienda en reclamo del cupo que le corresponde por discapacidad le dijeron que “ya no existe acá prioridad 1 (categoría de las familias con algún miembro con una discapacidad), sino la plata. Si tenés la plata, tenés la casa”.
El 2 de mayo pasado, también elevó una carta al gobernador Juan Manuel Urtubey, sin embargo hasta el momento no tuvo respuestas. Su ficha social en el IPV es P3545.