Un clima de efervescencia social recorre Europa, a menos de 24 horas de realizarse una nueva cumbre de la Unión Europea (UE) que tiene como objetivo buscar medidas para fomentar el crecimiento que, sumado a un ajuste draconiano, intenta solucionar la crisis de la zona. En ese contexto de masivas protestas en distintos países del bloque, unos 70 mil estudiantes secundarios y universitarios de España se manifestaron ayer en diferentes comunidades del país contra los recortes en materia de educación que están llevando a cabo los distintos gobiernos regionales debido a la crisis.
Los universitarios de Cataluña, Valencia y Madrid se sumaron a las protestas que ya se venían desarrollando en las escuelas secundarias, con los estudiantes valencianos a la cabeza, y que tienen un gran apoyo, ya que en esas comunidades los gobiernos regionales, en su mayoría en manos del derechista Partido Popular (PP), están llevando a cabo duros recortes en salud y educación.
En Cataluña, los estudiantes prendieron fuego volquetes con distintos elementos en su interior, e incluso un automóvil que estuvo cerca de explotar si no intervenían con rapidez los bomberos, en la Gran Vía, en pleno centro de Barcelona.
Frente a esta situación, intervinieron unos 20 carros de asalto policiales y cientos de efectivos que primero cargaron contra los manifestantes con sus bastones y luego comenzaron a disparar balas de goma, provocando corridas y desmanes. Hubo tres detenidos y nueve heridos.
En Cataluña no solo hay protestas sino una huelga general que afecta a unos 120.000 estudiantes, 16.000 profesores y 10.000 trabajadores que pertenecen al personal administrativo de las universidades y que paralizó por completo ayer la actividad académica. Allí, el Gobierno regional de los nacionalistas catalanes de Convergencia i Unió (CiU), que cuentan con el apoyo del PP catalán, la pata regional del partido de Mariano Rajoy, primero recortó el presupuesto y luego lo congeló. Esto se tradujo en despidos y aumentos de las tasas universitarias. En España, hay que pagar matrícula. Ahora los ojos están puestos en la cumbre de la UE que empieza hoy.
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Un clima de efervescencia social recorre Europa, a menos de 24 horas de realizarse una nueva cumbre de la Unión Europea (UE) que tiene como objetivo buscar medidas para fomentar el crecimiento que, sumado a un ajuste draconiano, intenta solucionar la crisis de la zona. En ese contexto de masivas protestas en distintos países del bloque, unos 70 mil estudiantes secundarios y universitarios de España se manifestaron ayer en diferentes comunidades del país contra los recortes en materia de educación que están llevando a cabo los distintos gobiernos regionales debido a la crisis.
Los universitarios de Cataluña, Valencia y Madrid se sumaron a las protestas que ya se venían desarrollando en las escuelas secundarias, con los estudiantes valencianos a la cabeza, y que tienen un gran apoyo, ya que en esas comunidades los gobiernos regionales, en su mayoría en manos del derechista Partido Popular (PP), están llevando a cabo duros recortes en salud y educación.
En Cataluña, los estudiantes prendieron fuego volquetes con distintos elementos en su interior, e incluso un automóvil que estuvo cerca de explotar si no intervenían con rapidez los bomberos, en la Gran Vía, en pleno centro de Barcelona.
Frente a esta situación, intervinieron unos 20 carros de asalto policiales y cientos de efectivos que primero cargaron contra los manifestantes con sus bastones y luego comenzaron a disparar balas de goma, provocando corridas y desmanes. Hubo tres detenidos y nueve heridos.
En Cataluña no solo hay protestas sino una huelga general que afecta a unos 120.000 estudiantes, 16.000 profesores y 10.000 trabajadores que pertenecen al personal administrativo de las universidades y que paralizó por completo ayer la actividad académica. Allí, el Gobierno regional de los nacionalistas catalanes de Convergencia i Unió (CiU), que cuentan con el apoyo del PP catalán, la pata regional del partido de Mariano Rajoy, primero recortó el presupuesto y luego lo congeló. Esto se tradujo en despidos y aumentos de las tasas universitarias. En España, hay que pagar matrícula. Ahora los ojos están puestos en la cumbre de la UE que empieza hoy.