El presbítero de la Iglesia, Raúl Méndez, opinó que en la escuela pueden realizarse actos religiosos fuera de clases sin obligar a participar “a terceros activamente”. El sacerdote se refirió al tema tras conocerse el fallo que prohibió imponer oraciones en instituciones estatales.
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El presbítero de la Iglesia, Raúl Méndez, opinó que en la escuela pueden realizarse actos religiosos fuera de clases sin obligar a participar “a terceros activamente”. El sacerdote se refirió al tema tras conocerse el fallo que prohibió imponer oraciones en instituciones estatales.
“Existe el derecho constitucional a expresar el propio culto en lo privado o en lo público. Lo que no se puede hacer es obligar a un tercero a que participe activamente. Pero tampoco se puede obligar a alguien a que no exprese su culto, menos prohibir un determinado culto como el católico”, manifestó el religioso.
Méndez opinó: “En el ámbito escolar pueden legítimamente realizarse actos religiosos fuera de clase con los miembros de la comunidad escolar que voluntariamente lo quieran hacer, y con autorización de los padres. De lo contrario, habría que prohibir las visitas de las escuelas a la Catedral”.
“Mientras no se obligue a participar activamente a quien no lo desea, es claro que es legítimo el ejercicio del culto, en privado o en público”, indicó Méndez.
Para el sacerdote, “la materia de religión responde a las convicciones de los padres y es un derecho, por tanto, debe atenderse a lo que los padres soliciten”.
“Es tan contrario a la ley adoctrinar, es decir imponer una creencia, como impedir que se enseñen los contenidos confesionales solicitados por los padres. La educación religiosa escolar no es catequesis, por lo tanto, no es adoctrinamiento... ni tampoco una práctica de culto. Es la enseñanza objetiva de los contenidos de la confesión que indican voluntariamente los padres. Ni siquiera se requiere de una declaración de alguna fe por parte de los padres o los niños, tampoco un compromiso de práctica por parte de los chicos”, indicó el presbítero.