Una vez más la violencia se encuentra en el centro de la escena en el Conurbano. La tragedia que azota a la familia Etchecopar pone nuevamente sobre el tapete la escasa política de seguridad llevada a cabo por el Gobierno. La vida de Federico Etchecopar, hijo del conductor radial y televisivo, baleado junto a su padre durante un intento de asalto en la noche del lunes, pasa por momentos cruciales, según informó el equipo médico que lo trata. El último parte indicaba que el hijo del periodista se encontraba bajo coma farmacológico, debido a que está “siendo asistido” con un respirador artificial por el proyectil que le provocó una herida en su pulmón y, además, otro balazo ocasionó una “perforación en la cara posterolateral del recto”.
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Una vez más la violencia se encuentra en el centro de la escena en el Conurbano. La tragedia que azota a la familia Etchecopar pone nuevamente sobre el tapete la escasa política de seguridad llevada a cabo por el Gobierno. La vida de Federico Etchecopar, hijo del conductor radial y televisivo, baleado junto a su padre durante un intento de asalto en la noche del lunes, pasa por momentos cruciales, según informó el equipo médico que lo trata. El último parte indicaba que el hijo del periodista se encontraba bajo coma farmacológico, debido a que está “siendo asistido” con un respirador artificial por el proyectil que le provocó una herida en su pulmón y, además, otro balazo ocasionó una “perforación en la cara posterolateral del recto”.
El periodista de 59 años y su hijo recibieron los balazos en su casa de San Isidro, donde el conductor radial y televisivo se defendió a los tiros cuando los delincuentes irrumpieron en la vivienda. Según trascendió, tres de las armas encontradas en el lugar le pertenecerían al periodista.
Durante una inspección en la vivienda de la víctima encontraron 10 vainas servidas calibre 9 milímetros, ocho calibre 40, proyectiles deformados, una pistola Glock 40, un revólver 357 Magnum, otro calibre 38, una escopeta y una pistola con la numeración limada, ésta última en la vereda. Además, los investigadores contaron un mínimo de 18 disparos durante el tiroteo.
Etchecopar era un admirador de las armas, hasta el punto de haber protagonizado hace unos años una serie en la televisión argentina en donde actuaba como un policía fuertemente armado.
Lejos de ser un acto de violencia más, las repercusiones por la tragedia de Baby Etchecopar no pasaron desapercibidas por la opinión pública y varios funcionarios ya manifestaron sus condolencias por el asalto al periodista y a su hijo. Baby presentaba “heridas de armas de fuego en ambas rodillas y mano izquierda sin gravedad”, informó ayer por la tarde la directora de hospital de San Isidro, Susana Guidi Rojo. Por otro lado, Guidi Rojo leyó un parte médico en el que explicó que el joven de 24 años “está estable”, aunque el estado “es crítico por las 48 horas próximas que debe afrontar el paciente”.
Federico fue operado ayer al mediodía para saber si una de las balas que ingresó por la pelvis había afectado el recto, y tras esa intervención quirúrgica se comprobó que sí, pero “el cuadro que predomina en su situación de salud es el pulmonar”, indicó Rojo. “Tiene herida en hemitórax derecho con hemoneumotórax y contusión pulmonar, por lo que se le colocó un tubo de avenamiento pleural, y además presenta una herida en pelvis con lesión en cara posterolateral de recto que requirió resolución quirúrgica”, detalló la profesional médica. En cuanto a la salud del conductor radial, la doctora manifestó ante la prensa que su estado “es muy bueno”, aunque continúa en la sala de terapia intensiva y que su vida “no corre peligro”.