A poco de cumplirse 30 años del inicio de la guerra de Malvinas, la senadora nacional Sonia Escudero recibió ayer, en su despacho en la ciudad de Salta, a representantes de ex combatientes de Malvinas, con quienes conversó acerca de las demandas del sector.
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A poco de cumplirse 30 años del inicio de la guerra de Malvinas, la senadora nacional Sonia Escudero recibió ayer, en su despacho en la ciudad de Salta, a representantes de ex combatientes de Malvinas, con quienes conversó acerca de las demandas del sector.
El representante de la Comisión Provincial de ex combatientes, Juan Guanuco, enfatizó la urgencia de establecer un régimen de jubilación anticipada “teniendo en cuenta que el promedio de edad entre los veteranos es de 50 años”.
Por su parte, el presidente del Centro de Ex combatientes, Héctor Fabián, manifestó la necesidad de dignificar a los familiares de los caídos, y en ese sentido pidió que los soldados que perdieron la vida en el conflicto “sean elevados al rango de oficiales”.
El presidente de la Asociación de Ex combatientes, Emilio López, en tanto, expresó la importancia de “celebrar los 30 años de la guerra con la debida atención y agradecimiento auténtico a los que pelearon por la Patria”. En Salta hay unos 500 ex combatientes.
Asimismo, la senadora Escudero se comprometió a apoyar la creación de una comisión en el ámbito del Congreso de la Nación para el seguimiento del tema Malvinas. Este proyecto será uno de los temas que el Senado tratará mañana en comisión, y próximamente será llevado al recinto para su aprobación.
¿Armas nucleares en Malvinas?
Cabe recordar que la legisladora salteña presentó, hace pocas semanas, dos proyectos relacionados con el reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas, Sándwich y Georgias del Sur. En uno de ellos, Escudero solicita al Poder Ejecutivo que gestione ante organismos internacionales “el envío de una inspección para verificar la existencia de armamento nuclear y potencial daño ambiental en la zona”. Existen fundadas sospechas sobre el traslado de material nuclear a las islas en 1982. Se suma, ahora, la denuncia presentada por la Cancillería argentina el pasado 10 de febrero, sobre el envío de un submarino nuclear con capacidad para transportar armas nucleares al Atlántico Sur.
La segunda iniciativa, en tanto, es una declaración para garantizar el cumplimiento irrestricto –por parte del Reino Unido- del Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe.