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La perentoria necesidad de dólares

Jueves, 15 de marzo de 2012 12:18

Más allá de la argumentación ideológica, las razones de la reforma del Banco Central son bien prácticas. Cristina Fernández de Kirchner sabe que si quiere evitar mayores problemas por el lado de la balanza de pagos durante los próximos dos o tres años tiene dos opciones claras: o hace un ajuste fiscal profundo o permite que el Central funcione como fuente de recursos.
Con la reforma a la Carta Orgánica, el BCRA incorpora funciones ajenas al estricto ámbito de la política monetaria y pierde independencia. La reforma a la ley de convertibilidad busca que las reservas no estén afectadas a respaldar el 100 por ciento de la base monetaria y faculta al directorio para que decida la proporción que se destinan a este fin y las que quedan de liberadas para financiar al Tesoro.
 

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Más allá de la argumentación ideológica, las razones de la reforma del Banco Central son bien prácticas. Cristina Fernández de Kirchner sabe que si quiere evitar mayores problemas por el lado de la balanza de pagos durante los próximos dos o tres años tiene dos opciones claras: o hace un ajuste fiscal profundo o permite que el Central funcione como fuente de recursos.
Con la reforma a la Carta Orgánica, el BCRA incorpora funciones ajenas al estricto ámbito de la política monetaria y pierde independencia. La reforma a la ley de convertibilidad busca que las reservas no estén afectadas a respaldar el 100 por ciento de la base monetaria y faculta al directorio para que decida la proporción que se destinan a este fin y las que quedan de liberadas para financiar al Tesoro.
 

Es un paso más en una secuencia de decisiones y de “parches” que se vienen tomando desde fines de 2005 y cuyo objetivo ha sido ir atrasando el ajuste.
Pero existen motivaciones inmediatas.
* Los vencimientos de deuda de 2012: el grueso, poco menos de US$ 10.700 millones, son en moneda extranjera, determinando la necesidad de divisas del Tesoro. El Presupuesto prevé financiar solo US$ 5.500 millones utilizando reservas del BCRA.
* 2011 terminó con un superávit de $ 4.920 millones que solo alcanzó para afrontar el 15% de los vencimientos de intereses de ese año. Sin la inyección del Central el resultado hubiera sido negativo en unos $ 8.000 millones.

Los recursos genuinos no alcanzan y el 2012 no empezó mejor. La llamada “sintonía fina” no es otra cosa que un ajuste destinado a ahorrar $40.000 millones anuales en concepto de subsidios. Ese ajuste parece congelado luego de la tragedia de Once, que desnudó el ruinoso estado del transporte público y, por otro lado, los claros síntomas de fuerte desaceleración económica.
* Durante 2011 el BCRA otorgó financiamiento al Tesoro por poco más de $75.000 millones, convirtiéndose en la principal fuente de financiamiento. De los mismos, 41.000 millones provinieron de las reservas de libre disponibilidad. Esto hace imposible eliminar el financiamiento al Tesoro durante 2012 sin modificar la Carta Orgánica y una ley de convertibilidad.
* La escasez de divisas: ese diagnóstico es claro al comparar un resultado comercial esperado de US$ 10.000 millones para 2012 con necesidades de divisas del Tesoro en torno a US$ 10.700 millones, una fuga de capitales privados que superó los US$ 21.000 millones podría reducirse, con suerte, a la mitad (US$ 10.500 millones) y reservas de libre disponibilidad negativas. (Fuente: Estudio Joaquín Ledesma y Asociados)
 

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