La autotitulada comunidad indígena diaguita cholonka, que usurpó tierras en Lesser aduciendo que le pertenecen ancestralmente y que fue protagonista de un ataque a un campesino a quien le enterraron un cuchillo en la cabeza, sumó una nueva denuncia pública ayer, cuando un hombre, identificado como Carlos López, se presentó en la planta editorial de El Tribuno para decir que algunos de sus miembros ingresaron al terreno que administra, ubicado sobre la ruta provincial 28, “diciendo que nadie los va a sacar de ahí“.
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La autotitulada comunidad indígena diaguita cholonka, que usurpó tierras en Lesser aduciendo que le pertenecen ancestralmente y que fue protagonista de un ataque a un campesino a quien le enterraron un cuchillo en la cabeza, sumó una nueva denuncia pública ayer, cuando un hombre, identificado como Carlos López, se presentó en la planta editorial de El Tribuno para decir que algunos de sus miembros ingresaron al terreno que administra, ubicado sobre la ruta provincial 28, “diciendo que nadie los va a sacar de ahí“.
“El predio, de 10 mil metros cuadrados, nos fue donado por el Gobierno para hacer allí una granja temática para terapia de jóvenes con capacidades diferentes. El problema comenzó cuando una mujer, Verónica Noemí Alfaro, me pidió quedarse como serena para alimentar a los animales y cuidar los bienes de la Fundación Los Nietos, pero meses más tarde noté un faltante importante de objetos y animales, así que decidí echarla”, dijo López.
“Sin embargo, esa misma noche regresó junto a un grupo de personas, rompieron el candado de la tranquera, izaron una wiphala y dijeron ser de la comunidad cholonka, dueña ancestral de esas tierras. Todo lo hicieron comandados por esa mujer que se dice cacique, Eusebia Puca”, relató.
López hizo las denuncias correspondientes ante la Justicia y la Policía y un juez de Paz, Jorge Serfaty Arias, certificó, con inventario en mano, el robo de enseres, mamíferos y aves de la Fundación Los Nietos, destinados a la futura granja temática.
Indignante
Un suceso que conmovió a los pobladores de esta provincia, y que inclusive llegó a los medio nacionales, se produjo el pasado 6 de febrero, cuando el campesino José Gabriel Núñez Alvarez (24), cuya familia reside hace tres generaciones en Lesser, resultó con un cuchillo incrustado en medio de su cabeza tras un feroz y descomunal ataque en banda perpetrado por los okupas que reclaman tierras ancestrales.
El puñal se lo clavó un niño de 12 años, quien es, por lo tanto, inimputable.
En un video, registrado por un camarógrafo de Cablevisión, se aprecia cómo lo atacaron y se advierte al menor tomando el arma -envuelta en papel de diario- con su mano derecha, lo que supone que la agresión fue planificada. Núñez Alvarez sufrió terribles secuelas, permanece en silla de ruedas, ya que no puede movilizar sus extremidades inferiores y deberá afrontar el pago de $8.283 por prestaciones médicas en el hospital San Bernardo. Su esposa se encuentra embarazada.
Los hechos de violencia no cesan.
Se registraron dos nuevas denuncias en la Policía por amenazas y agresiones de los okupas a la víctima.