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El santo pagó sus errores y sucumbió en Sunchales

Viernes, 23 de marzo de 2012 22:59

A Juventud Antoniana no le salió una en Sunchales. Dominó las acciones en buena parte del juego, siempre estuvo más cerca que su rival, pero dos distracciones en la última línea lo privaron de llevarse un premio mayor en la casa de Libertad, donde cayó por 2 a 1 en un encuentro de alto voltaje y trámite cambiante, un resultado que está lejos de ser un aperitivo ideal de cara al nuevo desafío que deberá afrontar el santo en 72 horas, nada menos que un nuevo clásico ante Central Norte.

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A Juventud Antoniana no le salió una en Sunchales. Dominó las acciones en buena parte del juego, siempre estuvo más cerca que su rival, pero dos distracciones en la última línea lo privaron de llevarse un premio mayor en la casa de Libertad, donde cayó por 2 a 1 en un encuentro de alto voltaje y trámite cambiante, un resultado que está lejos de ser un aperitivo ideal de cara al nuevo desafío que deberá afrontar el santo en 72 horas, nada menos que un nuevo clásico ante Central Norte.

Apenas a los 5' de la primera etapa, Acosta marró en la primera intervención seria para Juventud. A los 11' Perillo gambeteó, pisó el área y mandó un disparo muy cerca del horizontal. Con esas dos opciones Juventud se mostraba decidido a pararse en terreno contrario. Pero en el mejor momento llegó la distracción en la zaga y, como consecuencia, el baldazo de agua fría para el antoniano. Tras un milimétrico pase de Lastra, Maxi Antonelli entró al área como “pancho por su casa”, libre, sin marcas, tuvo tiempo de acomodarse y la mandó a guardar con la frialdad de un goleador: fue el 1 a 0 hasta entonces inmerecido a favor del local.

Pero poco le duró la alegría al tigre, ya que la reacción antoniana no tardó en llegar, y quedó plasmada en la red con el merecido empate de Acosta, hasta entonces, el mejor. El Betito ensayó un remate cruzado al palo izquierdo de Baigorria y lo empató.

El complemento mostró a un Juventud decidido en la contra, pero el juego brusco y los desaciertos arbitrales empezaron a desvirtuar el juego a medida que corrían las agujas. Sin embargo, no perdía en intensidad y era “palo y palo”, y el Gato Pérez agigantó su figura en más de una ocasión.

Pero, tras un gol invalidado a Velázquez en la agonía del juego, una nueva distracción hizo mella en el santo y le costó la derrota, a través de un centro que capitalizó Rinaudo, quien de media vuelta la mandó a guardar, para sepultar la esperanza antoniana.

 

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