Maximiliano Troyano dejó de ser el ministro de Seguridad de la Provincia. El ahora exfuncionario fue desplazado por el gobernador Juan Manuel Urtubey luego de sus desafortunadas declaraciones en torno a los abusos sufridos por dos turistas extranjeras, hechos que fueron minimizados públicamente por Troyano. El desplazamiento del exfuncionario representa un signo de madurez política y una respuesta inmediata a un tema que ya era preocupante: los ataques sistemáticos a las visitantes que llegan a la provincia.
El exministro señaló que una de las violaciones, ocurrida el 27 de febrero, y que sufrió la estudiante estadounidense Small Lauren Frances, no había sido tal sino que fue una relación consentida y que luego la joven “se arrepintió”. El otro exabrupto fue cuando deslizó que la turista japonesa, Ushiki Risako, quien el mismo día fue ultrajada por un guía en Cafayate, tuvo parte de responsabilidad por un “exceso de confianza”. Pero estos no fueron los únicos casos de inseguridad contra turistas registrados en la provincia. El 29 de julio de 2011 hallaron asesinadas con saña, en San Lorenzo, a las turistas francesas Cassandre Bouvier y Houria Mounmi. Ambas habían sido además víctimas de violación.
Este hecho marcó el inicio de una serie de hechos de inseguridad contra turistas en la provincia. El 11 de febrero último se registró otro hecho de inseguridad, y también las víctimas fueron francesas: Meriem Hammontene y Melina Cognac fueron asaltadas y manoseadas por malvivientes a la salida de una peña. En este caso, Troyano también deslizó parte de la responsabilidad en las víctimas porque fueron “imprudentes” por caminar por las vías del tren a las 3 de la madrugada. También el 11 de febrero, pero en otro horario, dos turistas danesas fueron víctimas de arrebatadores en la puerta de su hotel y a plena luz del día. Les robaron hasta los pasaportes. Pese a la sucesión de los hechos de vulnerabilidad hacia las visitantes en la provincia, el exfuncionario insistió en remarcar que eran “hechos aislados” y que no se podía considerar “una tendencia”.
Más allá de las desafortunadas expresiones que le costaron el cargo al ahora exministro, su sucesor, Eduardo Sylvester tendrá la complicada tarea de revertir los cuestionamientos en torno a la seguridad de la provincia que se creó a nivel nacional a partir de esta seguidilla de hechos. Una política de seguridad seria que sea capaz de devolverle la confianza a salteños y turistas aparece como el desafío inmediato e ineludible de la nueva gestión.
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Maximiliano Troyano dejó de ser el ministro de Seguridad de la Provincia. El ahora exfuncionario fue desplazado por el gobernador Juan Manuel Urtubey luego de sus desafortunadas declaraciones en torno a los abusos sufridos por dos turistas extranjeras, hechos que fueron minimizados públicamente por Troyano. El desplazamiento del exfuncionario representa un signo de madurez política y una respuesta inmediata a un tema que ya era preocupante: los ataques sistemáticos a las visitantes que llegan a la provincia.
El exministro señaló que una de las violaciones, ocurrida el 27 de febrero, y que sufrió la estudiante estadounidense Small Lauren Frances, no había sido tal sino que fue una relación consentida y que luego la joven “se arrepintió”. El otro exabrupto fue cuando deslizó que la turista japonesa, Ushiki Risako, quien el mismo día fue ultrajada por un guía en Cafayate, tuvo parte de responsabilidad por un “exceso de confianza”. Pero estos no fueron los únicos casos de inseguridad contra turistas registrados en la provincia. El 29 de julio de 2011 hallaron asesinadas con saña, en San Lorenzo, a las turistas francesas Cassandre Bouvier y Houria Mounmi. Ambas habían sido además víctimas de violación.
Este hecho marcó el inicio de una serie de hechos de inseguridad contra turistas en la provincia. El 11 de febrero último se registró otro hecho de inseguridad, y también las víctimas fueron francesas: Meriem Hammontene y Melina Cognac fueron asaltadas y manoseadas por malvivientes a la salida de una peña. En este caso, Troyano también deslizó parte de la responsabilidad en las víctimas porque fueron “imprudentes” por caminar por las vías del tren a las 3 de la madrugada. También el 11 de febrero, pero en otro horario, dos turistas danesas fueron víctimas de arrebatadores en la puerta de su hotel y a plena luz del día. Les robaron hasta los pasaportes. Pese a la sucesión de los hechos de vulnerabilidad hacia las visitantes en la provincia, el exfuncionario insistió en remarcar que eran “hechos aislados” y que no se podía considerar “una tendencia”.
Más allá de las desafortunadas expresiones que le costaron el cargo al ahora exministro, su sucesor, Eduardo Sylvester tendrá la complicada tarea de revertir los cuestionamientos en torno a la seguridad de la provincia que se creó a nivel nacional a partir de esta seguidilla de hechos. Una política de seguridad seria que sea capaz de devolverle la confianza a salteños y turistas aparece como el desafío inmediato e ineludible de la nueva gestión.