La función de un entrenador es ordenar y dirigir, y la de un futbolista, obedecer, brindar lo mejor de sí y acatar las decisiones de la cabeza de grupo. Cuando estos roles pretenden ser alterados, puede producirse algún roce, como el que se evidenció a la vista de todos entre el DT, Víctor Riggio, y el jugador, Julio César Laffatigue, durante el entrenamiento futbolístico realizado ayer por la tarde en el Gigante del Norte.
El delantero estaba preparado para retornar el domingo ante Libertad de Sunchales, luego de una larga inactividad por lesión. Pero un acto fallido y la adrenalina de una práctica lo dejará afuera del titular.
Apenas llevaban transcurridos ayer ocho minutos de ensayo de fútbol cuando Laffatigue desobedeció a una indicación de Riggio de abrir el juego a un volante que llegaba libre por la derecha. El DT le recriminó y automáticamente lo sacó del entrenamiento, ante la evidente calentura del atacante, quien se fue de la práctica masticando bronca ante tal situación. “Son cosas que pasan. La autoridad para poner y sacar jugadores la tengo siempre yo, eso está claro. Pero me sorprendió su reacción. Ya hablaré con él. De todas maneras, no sé si está en condiciones para jugar”, se limitó a explicar el Tano. Lo que quedó más que claro es que Laffatigue perdió la titularidad para el domingo a raíz de este altercado
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La función de un entrenador es ordenar y dirigir, y la de un futbolista, obedecer, brindar lo mejor de sí y acatar las decisiones de la cabeza de grupo. Cuando estos roles pretenden ser alterados, puede producirse algún roce, como el que se evidenció a la vista de todos entre el DT, Víctor Riggio, y el jugador, Julio César Laffatigue, durante el entrenamiento futbolístico realizado ayer por la tarde en el Gigante del Norte.
El delantero estaba preparado para retornar el domingo ante Libertad de Sunchales, luego de una larga inactividad por lesión. Pero un acto fallido y la adrenalina de una práctica lo dejará afuera del titular.
Apenas llevaban transcurridos ayer ocho minutos de ensayo de fútbol cuando Laffatigue desobedeció a una indicación de Riggio de abrir el juego a un volante que llegaba libre por la derecha. El DT le recriminó y automáticamente lo sacó del entrenamiento, ante la evidente calentura del atacante, quien se fue de la práctica masticando bronca ante tal situación. “Son cosas que pasan. La autoridad para poner y sacar jugadores la tengo siempre yo, eso está claro. Pero me sorprendió su reacción. Ya hablaré con él. De todas maneras, no sé si está en condiciones para jugar”, se limitó a explicar el Tano. Lo que quedó más que claro es que Laffatigue perdió la titularidad para el domingo a raíz de este altercado