Todos los lunes, miércoles y viernes se levantan muy temprano y se preparan para empezar el día llenos de energía. Hace casi 9 años que muchos abuelos de Castañares, que integran un grupo que se llama “Alas de Vida”, se reúnen con la profesora de educación física Margarita Santos, en la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, de ese barrio. La clases comienzan a las 8 y, durante una hora, bailan, saltan, hacen ejercicio y, fundamentalmente, comparten un momento juntos.
Este mes el grupo “Alas de Vida” cumple 9 años. Por eso hoy, de 9 a 12, habrá festejo. El evento será en la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, en Castañares. De la celebración participarán algunos invitados especiales que le pondrán música a la mañana, además de un conjunto de baile. Los abuelos del grupo, incluso, están preparando una exhibición aeróbica y compartirán con los presentes los recuerdos fotográficos de estos nueve años de trayectoria.
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Todos los lunes, miércoles y viernes se levantan muy temprano y se preparan para empezar el día llenos de energía. Hace casi 9 años que muchos abuelos de Castañares, que integran un grupo que se llama “Alas de Vida”, se reúnen con la profesora de educación física Margarita Santos, en la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, de ese barrio. La clases comienzan a las 8 y, durante una hora, bailan, saltan, hacen ejercicio y, fundamentalmente, comparten un momento juntos.
Este mes el grupo “Alas de Vida” cumple 9 años. Por eso hoy, de 9 a 12, habrá festejo. El evento será en la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, en Castañares. De la celebración participarán algunos invitados especiales que le pondrán música a la mañana, además de un conjunto de baile. Los abuelos del grupo, incluso, están preparando una exhibición aeróbica y compartirán con los presentes los recuerdos fotográficos de estos nueve años de trayectoria.
Se integran al grupo y no lo abandonan más. Lucila Alvarado es la más nueva. Entró en octubre del año pasado y dice estar encantada con haber encontrado este grupo que espera poder seguir integrando por mucho tiempo más. El resto de sus compañeros lleva años reuniéndose, algunos incluso están desde las primeras semanas.
El Tribuno presenció una de las clases. No estaban todos, porque algunos, por ser Semana Santa, se tomaron un pequeño recreo para descansar, pero igual la música y la sonrisa en el rostro de los abuelos, contagiaba la ganas de sacudir el cuerpo y comenzar a bailar con ellos. Actualmente son entre 15 y 20 los abuelos y abuelas que asisten cada semana al grupo y, sumando a los que asisten esporádicamente, ese número asciende a 45.