La presentación de la Clásica 1§ de Mayo, realizada ayer, fue el primer paso para la tradicional competencia que año a año, desde 1931, cuenta con condimentos diferentes que la hacen diferente una de otra, pero que mantiene el tinte familiar. Para la próxima edición se realizará una doble largada; una será simbólica y la otro marcará el inicio de la prueba desde un sector especial para los organizadores.
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La presentación de la Clásica 1§ de Mayo, realizada ayer, fue el primer paso para la tradicional competencia que año a año, desde 1931, cuenta con condimentos diferentes que la hacen diferente una de otra, pero que mantiene el tinte familiar. Para la próxima edición se realizará una doble largada; una será simbólica y la otro marcará el inicio de la prueba desde un sector especial para los organizadores.
Ayer se realizó la presentación, donde estuvieron presentes el intendente, Miguel Isa, el secretario de Deportes, Federico Abud, el organizador de la carrera, Osvaldo Postigo (h), más otras autoridades municipales y de la Asociación Salteña de Ciclismo, fiscalizadora de la prueba.
Para la competencia del Día del Trabajador, la organización dispuso realizar un largada simbólica, desde el punto de partida tradicional: el monumento a Martín Miguel de Gemes. En tanto, la otra, la que pondrá luz verde a la velocidad será desde la Plaza del Deporte, allí donde se encuentra el monolito a Osvaldo Postigo (p), ganador de la prueba en 1945 y uno de los históricos organizadores de la prueba.
Otro de los datos significativos que tendrá la nueva edición de la Clásica 1§ de Mayo será la presencia de tres ciclistas con presencia en los Juegos Olímpicos. Dos de ellos son argentinos y el restante de Bolivia.
Uno de ellos será Juan Curuchet, que llegará en calidad de invitado a la clásica salteña, ya que abandonó la práctica activa del ciclismo hace un par de años. No estará compitiendo, pero su figura siempre es convocante. También estará Walter Pérez, ganador junto a Curuchet de la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. El otro será el boliviano Horacio Gallardo, que también estuvo presente en Pekín, hace cuatro años.
La clásica mantiene la tradición familiar sobre ruedas y también la habitual presencia de los mejores ciclistas de la Argentina y países vecinos.