En lo que podría describirse como un verdadero acto de sinceramiento político buscando acercarse aún más al gobierno K, el diputado Felipe Solá opinó que la privatización fracasó rotundamente; aunque admitió que no se arrepiente de haber votado por la venta de la petrolera en los años noventa, oportunidad en la que apoyó con su participación al gobierno del entonces presidente Carlos Menem.
inicia sesión o regístrate.
En lo que podría describirse como un verdadero acto de sinceramiento político buscando acercarse aún más al gobierno K, el diputado Felipe Solá opinó que la privatización fracasó rotundamente; aunque admitió que no se arrepiente de haber votado por la venta de la petrolera en los años noventa, oportunidad en la que apoyó con su participación al gobierno del entonces presidente Carlos Menem.
El legislador nacional por la provincia de Buenos Aires, enrolado en el frente Unión Peronista, advirtió que votará a favor de la expropiación del 51% de las acciones de YPF, y aclaró que no se arrepiente de haber apoyado la privatización. “Yo voté a favor de la privatización y ahora voto por la estatización, y no me arrepiento”, dijo a una radio porteña.
Solá consideró que la privatización “fue un error que se puede ver con el diario del lunes”, pero contextualizó que durante la década del noventa las privatizaciones respondieron a los déficit operativos en los servicios públicos. “No fui el único que pensaba así, muchos de los que hoy votan por estatizar YPF, antes no pensaban así”, dijo el diputado, quien fuera gobernador de Buenos Aires y ahora está próximo al bloque kirchnerista.
Gravedad
“Fue realmente grave cuando las provincias perdieron acciones. En ese momento, Repsol se hizo cargo de las decisiones estratégicas del petróleo, ya no iban a ser tomadas por opiniones argentinas, sino que por un grupo de inversión que buscaba sacar lo máximo posible”, consideró.
“La privatización fracasó rotundamente. El Gobierno permitió que fracasara y ahora revé sus pasos. Este gobierno no dice cuando se equivoca, pero es evidente que la estatización implica una equivocación muy fuerte de la política energética. El rol nuestro es ser, primero, realistas; segundo, pragmáticos, y tercero apuntar al futuro”, agregó.
Para Solá “en ese momento (la privatización de YPF) había que hacerla”, y agregó: “Ahora no puedo reinvertarme como si no hubiera pasado el menemismo”.
“Ahora apuesto al futuro”, aseguró
“Voto a favor porque no quiero castigar a YPF por errores del pasado, estoy apostando al futuro”, reafirmó el diputado nacional Felipe Solá al hacer declaraciones sobre su posición actual respecto del proyecto de expropiación del 51 por ciento de las acciones de la petrolera YPF.
Y agregó que prefiere que la empresa esté en manos del Estado que en las de empresarios extranjeros.
“No me arrepiento, porque me parece que hay que mirarlo con los ojos de aquel entonces, no con los ojos de ahora”, explicó el legislador.
Además, si bien reconoció que en 1992 votó a favor de la privatización “Argentina está en una fase diferente” con lo cual el legislador bonaerense busca acercarse más al pensamiento de la administración kirchnerista.
Por otro lado, consideró que hubo privatizaciones que se hicieron bien y otras mal. En ese sentido diferenció la de YPF de la que se llevó a cabo con el servicio telefónico.