Las calles Ituzaingó y Santiago del Estero encabezan descaradamente el ránking de las que más baches tienen en la ciudad. Por esto, porque son neurálgicas en las horas pico y porque son usadas por miles de autos y colectivos, también están entre las más peligrosas del centro salteño.
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Las calles Ituzaingó y Santiago del Estero encabezan descaradamente el ránking de las que más baches tienen en la ciudad. Por esto, porque son neurálgicas en las horas pico y porque son usadas por miles de autos y colectivos, también están entre las más peligrosas del centro salteño.
Las frenadas de golpe ante un pozo que no pasa entre las ruedas son moneda corriente en el macrocentro cuando un automovilista no está atento por dónde circula. Es que algunas calles presentan un deterioro tal que los conductores dejan de lado la seguridad vial para cruzarse de carril y evitar dañar su auto. El problema es que mientras más compleja y riesgosa la maniobra, mayor probabilidad de accidentes tienen.
El Tribuno recorrió las calles céntricas y pudo observar que sobre Ituzaingó, antes de llegar a Urquiza, la cinta asfáltica está copada por una “familia de pozos” de distintos tamaños y edades. Un poco más adelante, pasando Mendoza, el asfalto está agrietado y los conductores tienen que pasar con extrema lentitud.
Otra calle que está muy deteriora es la Santiago del Estero: en el tramo entre Sarmiento y 25 de Mayo las placas de hormigón se separaron y las huellas de alquitrán recuerdan los sucesivos arreglos. Antes de llegar a la 20 de Febrero, hay otro bache sobre el carril derecho que todos esquivan.
Sobre Islas Malvinas, pasando San Martín; Zuviría, pasando avenida Entre Ríos; Coronel Vidt, entre Jujuy y Pellegrini; y avenida Ex Combatientes de Malvinas se observaron baches en medio del asfalto. Todos grandes, todos peligrosos.
José Vázquez, un conductor que circulaba por Ituzaingó, dijo que “las calles se rompen porque hacen mal los arreglos. Le echan un poco de hormigón y creen que solucionan el bache, pero al poco tiempo tienen el mismo problema o uno peor”.
Ignacio Guanca se quejó porque “siempre que paso por la Ituzaingó tengo que andar mirando a ver si no hay algún pozo, porque si me lo llevo por delante y después tengo a ir al mecánico para que me vea la dirección del auto o los amortiguadores”.