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?Los geriátricos funcionan como son pre-cementerios?

Domingo, 29 de abril de 2012 22:07

La contención familiar es un pilar fundamental en la vida de una persona. En la vida de los adultos mayores lo es mucho más. Lo dicen ellos, lo dicen los encargados de los hogares de ancianos, lo dicen los profesionales de la salud.

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La contención familiar es un pilar fundamental en la vida de una persona. En la vida de los adultos mayores lo es mucho más. Lo dicen ellos, lo dicen los encargados de los hogares de ancianos, lo dicen los profesionales de la salud.

El Tribuno entrevistó a Adrián Alvarez Bueno, médico gerontólogo especializado en Alzheimer, quien expresó su visión sobre la calidad de vida de la tercera edad.

¿Cuáles son los problemas de salud más frecuentes entre las personas de la tercera edad?

Los problemas más frecuentes son los que tienen que ver con afecciones osteoarticulares, las enfermedades que tienen relación con la circulación de la sangre, deficiencias cerebrovasculares y otras enfermedades relacionadas con el cerebro, como el Alzheimer y el Parkinson.

Muchos médicos sostienen que el estado emocional de las personas influye directamente en su salud. ¿Coincide con esta postura?

Sí, esto es así. El estado de ánimo es fundamental para cualquier persona. Con esto me refiero a que no son sólo los adultos mayores quienes deben estar bien anímicamente para tener una buena salud, todos lo necesitamos.

¿Qué pueden hacer los abuelos en pos de alcanzar una mejor calidad de vida?

Los abuelos deben tener la posibilidad de estar contenidos. Para eso es preciso que la familia sea partícipe de la vida del anciano y que le dé el verdadero valor que tiene. A eso esta sociedad no lo contempla. Si lo pensamos, todo lo que somos es gracias a ellos y mucho de lo que tenemos fue construido por ellos y se lo debemos. Muchas de todas esas cosas se han destruido.

¿Por qué cree que sucedió eso?

Nuestro gobierno y los estamentos de poder siempre han destruido todo lo que los ancianos construyeron antes. El ferrocarril, sin ir más lejos, es un claro ejemplo de eso. Hoy los trenes no existen y los que existen están en muy malas condiciones. Este ejemplo se puede trasladar a muchas otras cuestiones.

¿Cree que a nivel institucional hay políticas de contención para los adultos mayores respecto a salud pública? ¿Son suficientes?

Creo que no. Hay adultos mayores que no tienen posibilidades económicas de comprar medicamentos o ven imposibilitada la adquisición de estos por las trabas en las importaciones. Esto claramente es un obstáculo en el camino para alcanzar una mejor calidad de vida.

Desde su experiencia como médico, ¿cómo observa actualmente la vida de los abuelos?

Sobreviven. Así es la vida de los abuelos. En la gran mayoría lo hacen gracias a la ayuda de sus familias porque el Estado no responde a casi ninguna de sus necesidades.

¿Cómo piensa que podría revertirse esta realidad?

Tendrían que sancionarse más leyes que protejan la ancianidad. Recuerdo que las veces que se presentaron proyectos ni siquiera fueron tratados.

¿En qué consistían esos proyectos de ley?

Básicamente en la protección de la ancianidad. Para eso se planteaban varias cosas como hacer una fundación para gente de la tercera edad, un banco de prótesis para que aquellos abuelos que las necesiten y no puedan solventar ese gasto puedan adquirir lo que requieran, garantizarles vivienda, otorgar un subsidio que se sume a su pensión o a su jubilación para que puedan alcanzar un salario digno, destinar un fondo para medicamentos y otorgar subsidios a familias de bajos recursos económicos que tengan entre sus integrantes a un adulto mayor.

¿Cuál es su opinión acerca de los hogares de ancianos y los geriátricos?

No soy partidario de los geriátricos porque la mayoría de ellos son pre-cementerios. Hay que trabajar en políticas que incentiven a las familias para que el anciano continúe viviendo con ellos. Siempre se dice que los dos medicamentos que requieren los ancianos son beber más agua y que estén contenidos y rodeados del afecto de sus seres queridos.

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