Como otra manera de sensibilizar sobre la importancia de donar órganos para ayudar a vivir, se desarrolló este fin de semana en Salta el seminario “Trasplante y deportes”.
Lo organizaron el centro juvenil “Esperanza” (de ayuda al paciente en diálisis), la Asociación Argentina Trasplante y Deporte y la fundación “Ayuda al deportista”, todas de bien público, sin fines de lucro.
Fueron sus disertantes los titulares de las instituciones locales, Ramiro Tudela y Marcelo Soberón Pérez, junto a Alberto Caraoghlanian y Pablo Grunewald, de la entidad nacional. Estos últimos, además, trasplantados y varias veces campeones olímpicos, emocionaron a los participantes con sus historias de vida.
inicia sesión o regístrate.
Como otra manera de sensibilizar sobre la importancia de donar órganos para ayudar a vivir, se desarrolló este fin de semana en Salta el seminario “Trasplante y deportes”.
Lo organizaron el centro juvenil “Esperanza” (de ayuda al paciente en diálisis), la Asociación Argentina Trasplante y Deporte y la fundación “Ayuda al deportista”, todas de bien público, sin fines de lucro.
Fueron sus disertantes los titulares de las instituciones locales, Ramiro Tudela y Marcelo Soberón Pérez, junto a Alberto Caraoghlanian y Pablo Grunewald, de la entidad nacional. Estos últimos, además, trasplantados y varias veces campeones olímpicos, emocionaron a los participantes con sus historias de vida.
El contacto con la gente
“Más que testimonios reales somos verdades de vida”, manifestaron al auditorio, conformado mayormente por adolescentes, cuyos colegios respondieron a la convocatoria.
Caraoghlanian explicó que “Argentina trasplante y deporte” tiene por objetivos ayudar tanto a quienes se encuentran en lista de espera como a los ya trasplantados. De ahí que sus ejes sean, por un lado, promocionar la donación y el trasplante de órganos, a través del contacto directo con la gente “que nos ve bien, sobre todo activos y positivos”.
El otro objetivo es que los ya implantados tomen en tiempo y forma su medicación.
“Quien no lo hace, no se cuida, y el paso siguiente es el rechazo del órgano y la muerte”. La entidad también se ocupa de su entorno social y afectivo, la reinserción social y el deporte como medio de vida en estas personas.
Resaltaron que con los avances científicos, la sobrevida de un trasplantado que se cuida “ya no tiene límites. Llegamos tranquilamente a la vejez”.
Asimismo, en la actualidad, un donante permite posibilidades de vida o su mejor calidad a al menos 8 enfermos terminales, porque lo habitual, recordaron, es que en Argentina se ablacionan ambos riñones y córneas, corazón, pulmones, hígado y páncreas. Otros países, además, obtienen intestinos, piel y huesos varios.