Más del 25% de la población tiene al menos un factor de riesgo para padecer infecciones respiratorias agudas, lo que en esta provincia equivale a alrededor de 300 mil salteños.
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Más del 25% de la población tiene al menos un factor de riesgo para padecer infecciones respiratorias agudas, lo que en esta provincia equivale a alrededor de 300 mil salteños.
Llamadas técnicamente ETI (Enfermedad Tipo Influenza), la sigla engloba todos los males causados por virus respiratorios; como gripe o influenza, bronquiolitis, neumonía, anginas y otitis, entre tantas otras.
Ocurre que en las ETI, un cuadro que parece leve o benigno (como un resfrío), puede complicarse y evolucionar hacia otro, grave, con riesgo de vida. Por eso se las vigila.
Los grupos vulnerables
El grupo de riesgo más numeroso lo conforman niños pequeños y ancianos. Los más vulnerables son determinados pacientes crónicos; como con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), infecciones respiratorias recurrentes, asmáticos, inmunosuprimidos, diabéticos y cardíacos, entre otros.
Las embarazadas, las puérperas y los obesos también son susceptibles de padecer complicaciones a partir de una gripe o cualquier otra enfermedad respiratoria.
Dentro de todos estos hay quienes están en una situación mucho más comprometida, al poder sufrir complicaciones gravísimas, incluso mortales. Se trata de bebés y ancianos, por ejemplo, que naturalmente y en general tienen menos capacidad inmunológica para defenderse. Por caso, son mucho más sensibles al neumococo, que causa neumonía.
Destinatarios de la vacuna
Todos los grupos mencionados conforman la llamada “población objetivo” que debe recibir la vacuna antigripal a comienzos de otoño.
La dosis, si bien en la mayoría de los casos evita el ataque de los virus influenza, tiene como principal utilidad reforzar el sistema inmunológico y evitar las complicaciones de la gripe en los más vulnerables.
Esta vacuna está destinada a trabajadores de la salud, embarazadas, puérperas hasta el sexto mes, niños de 6 meses a 2 años y mayores de 65 años. Más los pacientes crónicos ya detallados, de cualquier edad.
Estrategias preventivas
La vacuna es una de las medidas para evitar los cuadros respiratorios. La otra básica es el correcto lavado de las manos, con agua y jabón; en especial al llegar a casa, para eliminar los gérmenes que se traen de la calle.
Otros recaudos efectivos son mantener ventilados los ambientes (aula, casa, oficina).
En la escuela y lugares de trabajo es muy útil desinfectar con frecuencia la superficie de los elementos de uso común; como mostradores, respaldos de sillas, teléfonos, picaportes, mouse de la computadora, biromes, manijas de puertas y ventanas, etc. Es suficiente con pasar un pañuelo descartable embebido en alcohol en gel.
En tanto que los enfermos deben quedarse en casa hasta su total recuperación, que tarda unos 7 días.