La idea es clara: posicionar a Salta como un importante polo astronómico e ingresar en la cadena de investigaciones científicas, en el nivel más alto de la ciencia mundial.
inicia sesión o regístrate.
La idea es clara: posicionar a Salta como un importante polo astronómico e ingresar en la cadena de investigaciones científicas, en el nivel más alto de la ciencia mundial.
José Viramonte, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y presidente de la Fundación Capacit Ar del Noa, destacó que las condiciones de atmósfera de Tolar Grande son únicas en el mundo. Y señaló que con el desarrollo del observatorio de Tolar Grande cae la idea de que en Argentina no había sitios para instalar grandes telescopios u observatorios.
“La Puna salteña, y en este caso el cielo de Tolar Grande, tiene características únicas porque es un lugar con escasa contaminación lumínica. A más de 4.500 mil metros es casi como estar en el espacio mismo”, explicó Viramonte.
El investigador señaló que el desarrollo de estudios de ondas gravitacionales, de galaxias, a través del espectro infrarrojo, “son en este momento los confines de la ciencia y los científicos argentinos pasan a jugar en las grandes ligas”, sostuvo.
Un proyecto que se suma es el de la Academia de la Ciencia Rusa, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) y de la Provincia de Salta para la instalación de una estación de rastreo y seguimiento de chatarra espacial y de asteroides potencialmente peligrosos para la tierra. El interés del país se vincula al hecho de que ingresó en el círculo de países que poseen satélites de observación de la tierra. “La basura espacial es un problema para el mantenimiento de esas unidades que, si son impactadas, pueden quedar fuera de función”, explicó Viramonte.