Una joven gitana residente en la zona oeste de esta ciudad, identificada como Sofía Juan (33), tiene una cicatriz de 51 puntos en el rostro, producto de un feroz ataque por la espalda a manos de Diego Escobar (20), quien la atacó- según consta en la denuncia policial- con un cuchillo tipo sierrita en la intersección de los pasajes Santa Victoria y La Poma, a principios de abril. El motivo fue una disputa por terrenos. “Hoy Diego Escobar está libre, porque el juez le otorgó la eximición la semana pasada. Yo tengo miedo porque este sujeto vive a menos de 50 metros de mi casa. El mismo día que lo liberaron, él pasó por el frente de mi vivienda junto con su hermano Rodrigo, burlándose de mí. Un día me amenazó con que me iba a sacar los ojos y que me iba a matar”, relató la mujer.
inicia sesión o regístrate.
Una joven gitana residente en la zona oeste de esta ciudad, identificada como Sofía Juan (33), tiene una cicatriz de 51 puntos en el rostro, producto de un feroz ataque por la espalda a manos de Diego Escobar (20), quien la atacó- según consta en la denuncia policial- con un cuchillo tipo sierrita en la intersección de los pasajes Santa Victoria y La Poma, a principios de abril. El motivo fue una disputa por terrenos. “Hoy Diego Escobar está libre, porque el juez le otorgó la eximición la semana pasada. Yo tengo miedo porque este sujeto vive a menos de 50 metros de mi casa. El mismo día que lo liberaron, él pasó por el frente de mi vivienda junto con su hermano Rodrigo, burlándose de mí. Un día me amenazó con que me iba a sacar los ojos y que me iba a matar”, relató la mujer.
“Temo por la vida de mis hijos y por la mía. No podemos salir a ningún lado. Mi nene, de 10 años, va al colegio con custodia. Estamos viviendo un infierno. Esta persona está libre y nosotros, presos entre cuatro paredes”, dijo Tamara. “Quiero que se haga justicia. Espero una respuesta. Mañana (por hoy) debo ir a ver al juez Germán Pastrana para ver si hay novedades en la causa. Tengo mi rostro desfigurado. Soy una mujer joven y quedé con esta lesión grave de por vida”, manifestó. Tamara aseguró a El Tribuno que el ataque se debió a una disputa de terrenos entre ella y la familia del sujeto, en el pasaje Santa Victoria al 800, donde Sofía Juan les vendió, hace un año, el garaje de su vivienda.
“Ese hombre quiere quedarse con la totalidad de la propiedad, ¡con mi casa entera!”, gritó. “Me discriminan porque soy gitana y nadie me escucha. Sobre todo soy mujer y madre. Necesito que la ley se cumpla. Este hombre no amenaza en vano. El cumple sus amenazas. Me cortó el rostro con salvajismo y las secuelas me quedarán por más cirugías que me haga. Y las escenas que me quedaron grabadas en la cabeza jamás se borrarán”, finalizó.