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?Estoy segura que la verdad nunca la van a decir?

Jueves, 17 de mayo de 2012 00:46

Ayer en horas de la tarde Teresa Siglione, madre del malogrado excomisario y exjefe de la Brigada de Investigaciones, Néstor Píccolo, quien supuestamente se suicidó el 23 de noviembre del 2011 con su arma reglamentaria en un desolado pasaje que se encuentra enfrente del lugar donde trabajaba, aseguró que se enteró por El Tribuno sobre las dudas que surgieron acerca del verdadero autor del disparo que le quitó la vida a su hijo, tras dar negativa la prueba del “guante de parafina”, que realizó el Cuerpo de Investigadores Fiscales (CIF), con muestras recogidas por la Policía. 
 

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Ayer en horas de la tarde Teresa Siglione, madre del malogrado excomisario y exjefe de la Brigada de Investigaciones, Néstor Píccolo, quien supuestamente se suicidó el 23 de noviembre del 2011 con su arma reglamentaria en un desolado pasaje que se encuentra enfrente del lugar donde trabajaba, aseguró que se enteró por El Tribuno sobre las dudas que surgieron acerca del verdadero autor del disparo que le quitó la vida a su hijo, tras dar negativa la prueba del “guante de parafina”, que realizó el Cuerpo de Investigadores Fiscales (CIF), con muestras recogidas por la Policía. 
 

La mujer dijo estar angustiada y sin consuelo y a la vez resignada.
 

Con voz serena y firme Siglione advirtió: “La verdad nunca la van a decir, pero, seguramente, no es la que conocemos”, señaló con dolor. Mientras tanto, fuentes del Ministerio Público indicaron ayer que Luján Sodero, fiscal Correccional 3, a cargo de la causa, que aún se encuentra caratulada como supuesto suicidio, solicitó días pasados al CIF la reconstrucción virtual, a través de software especializado, de la trayectoria del proyectil que causó la muerte de jefe policial. La fuente indicó que esta pericia será crucial para que Sodero eleve o no la causa hacia un juzgado de Instrucción Formal. “Por el momento no se está investigando delito alguno, pero todo puede cambiar”, afirmó el portavoz. El excomisario Néstor Píccolo falleció el 23 de noviembre cuando era atendido por médicos del Samec, luego que recibiera un impacto de bala que ingresó en su cabeza, cuya trayectoria hoy la fiscal solicita reconstruir. Sin embargo, la fuente consultada ayer no pudo determinar con certeza la zona del cráneo que se vio afectada por el disparo ni el lugar por donde el proyectil produjo el orificio de salida.

Entre las muchas especulaciones que se escucharon de boca de los excompañeros de Píccolo, está aquella que dice que la bala ingresó por el lado opuesto a su mano más hábil, con trayectoria descendente. Este dato, no confirmado, abrió las puertas a nuevas conjeturas, ya que la mayoría de los uniformados consultados aseguran que esos detalles siempre se mantuvieron en un extraño secreto. “Por primera vez se está investigando y si la Justicia encuentra elementos vamos a pedir junto a otros camaradas la exhumación del cuerpo”, dijo un excompañero de fuerza.
 

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