Tres de cada 200 chicos padecen convulsiones durante su infancia y, en los servicios neurológicos pediátricos de los hospitales bonaerenses, más del 50 por ciento de las consultas son por casos de epilepsia.
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Tres de cada 200 chicos padecen convulsiones durante su infancia y, en los servicios neurológicos pediátricos de los hospitales bonaerenses, más del 50 por ciento de las consultas son por casos de epilepsia.
Así lo informó ayer el Ministerio de Salud provincial al conmemorarse el Día Mundial de la Epilepsia, trastorno neurológico más común durante la infancia.
La cartera sanitaria bonaerense recordó que la provincia cuenta con el Programa público de Prevención de la Epilepsia (PROEPI) que atiende y otorga medicación a 20 mil personas, de las cuales el 30 por ciento son niños.
“La epilepsia es el trastorno neurológico más común durante la infancia, en la mayoría de los casos no es grave y puede curarse con tratamiento y medicación”, afirmó sobre el tema el ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia.
Equipo de trabajo
El funcionario del gobierno de Daniel Scioli detalló que el sistema de salud público provincial cuenta con “40 neurólogos infantiles que cubren las necesidades de las 12 regiones sanitarias de la provincia” de Buenos Aires.
El mayor porcentaje de niños atendidos en el PROEPI se encuentra en la franja que va desde el nacimiento a los 8 años.
“La mayor prevalencia en los casos de debut de convulsiones se da durante el primer año de vida”, precisó por su parte el jefe del servicio de neurología del Hospital de Niños de La Plata , Nicolás Sarijulis.
La tasa de prevalencia de la primera crisis convulsiva durante el primer año de vida es de 120 por 100 mil; en tanto que durante el segundo año de vida baja a 40 cada 100 mil.
Cabe recordar que el 1 por ciento de la población mundial sufre de epilepsia, enfermedad que puede aparecer en cualquier momento de la vida, aunque los picos de máxima incidencia se dan durante la infancia y también se tiene conocimiento de casos que aparecen durante la tercera edad.
En el caso de los chicos la buena noticia por parte de los especialistas es que la gran mayoría de los casos se trata de epilepsias que no afectan su desarrollo y que les permite además llevar una vida normal hasta curarse.