Un hecho indignante e inédito se está registrando en la zona norte de esta capital, más precisamente en el puesto policial del barrio Unión, que desde su inauguración, el pasado 22 de diciembre, sufrió diez ataques en solo cinco meses.
Con un promedio de dos confrontaciones cada treinta días, los efectivos de la dependencia vivieron, durante la noche del pasado martes, desde las 23.40, el décimo ataque perpetrado por patoteros, dealers y consumidores de la zona, quienes pretenden expulsarlos del área. En esa oportunidad, los malvivientes, pertenecientes a los grupos “La calle 7”, “El espacio verde” y “La calle 9”, rivales entre sí pero esta vez unidos contra la Policía, lograron, tras arrojar diferentes objetos contundentes contra el techo del predio, hacer una mayor escándalo. Los cinco policías que se encontraban de guardia se equiparon con trajes antidisturbios y se enfrentaron a los facciosos.
La batalla duró aproximadamente veinte minutos y a la postre fueron detenidos dos de los atacantes, un dealer de 26 años y un menor de 13 años, de los cuales “por secreto de sumario, estamos imposibilitados de dar a conocer la identificación”, explicó el oficial Cristian Díaz Chávez a El Tribuno.
Además, producto de la agresión recibida por los maleantes, el cabo Carlos Esteban Visgarra sufrió una lesión en el brazo derecho.
Por su parte, vecinos de la zona, que ya recolectaron 2.000 firmas para que el destacamento se quede en el lugar, se solidarizaron con los efectivos que sufrieron los ataques.
Además, hartos de la situación que se vive a diario por causa de los patoteros, pobladores insistieron en la conexión de un teléfono fijo en el puesto de control, que anteriormente era “zona liberada”.
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Un hecho indignante e inédito se está registrando en la zona norte de esta capital, más precisamente en el puesto policial del barrio Unión, que desde su inauguración, el pasado 22 de diciembre, sufrió diez ataques en solo cinco meses.
Con un promedio de dos confrontaciones cada treinta días, los efectivos de la dependencia vivieron, durante la noche del pasado martes, desde las 23.40, el décimo ataque perpetrado por patoteros, dealers y consumidores de la zona, quienes pretenden expulsarlos del área. En esa oportunidad, los malvivientes, pertenecientes a los grupos “La calle 7”, “El espacio verde” y “La calle 9”, rivales entre sí pero esta vez unidos contra la Policía, lograron, tras arrojar diferentes objetos contundentes contra el techo del predio, hacer una mayor escándalo. Los cinco policías que se encontraban de guardia se equiparon con trajes antidisturbios y se enfrentaron a los facciosos.
La batalla duró aproximadamente veinte minutos y a la postre fueron detenidos dos de los atacantes, un dealer de 26 años y un menor de 13 años, de los cuales “por secreto de sumario, estamos imposibilitados de dar a conocer la identificación”, explicó el oficial Cristian Díaz Chávez a El Tribuno.
Además, producto de la agresión recibida por los maleantes, el cabo Carlos Esteban Visgarra sufrió una lesión en el brazo derecho.
Por su parte, vecinos de la zona, que ya recolectaron 2.000 firmas para que el destacamento se quede en el lugar, se solidarizaron con los efectivos que sufrieron los ataques.
Además, hartos de la situación que se vive a diario por causa de los patoteros, pobladores insistieron en la conexión de un teléfono fijo en el puesto de control, que anteriormente era “zona liberada”.