¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

15°
28 de Marzo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Francois Hollande, el enemigo del ajuste

Domingo, 06 de mayo de 2012 12:04

Un nuevo horizonte político y económico para Europa podría estarse gestando por estas horas en Francia. Allí los ciudadanos votarán hoy para elegir a su próximo presidente, en una disputa que parece estar ganando el socialista Francois Hollande.
Pero, ¿quién es Hollande y que puede llegar a cambiar un eventual triunfo suyo?
El favorito en la disputa con el actual presidente, Nicolas Sarkozy, es abogado y egresado de la Escuela Nacional de Administración, formación que le permitió acceder a un primer cargo público como auditor el Tribunal de Cuentas. Su militancia en la izquierda francesa le permitió rápidamente convertirse, en los ’80, en asesor del Gobierno francés; y poco después, en legislador. Ocupó diversos cargos partidarios en el socialismo hasta que en 1997 es nombrado su Primer secretario. Desde ese rol, accedió a una banca en la Eurocámara y luego fue diputado. En 2001 fue elegido alcalde de Tulle en la Corrèze, la región donde había nacido, y permaneció en el cargo por ocho años, conservando la titularidad del partido Socialista. En 2008 fue elegido Presidente del Consejo General de Corréze, cargo que mantiene hasta la fecha.
Pese a ser la máxima autoridad del socialismo francés, en 2007 declinó ser candidato presidencial y cedió ese lugar a su pareja desde los años 70, Ségolène Royal, con quien tuvo cuatro hijos. La explicación que dio en aquel momento era que ella estaba mejor posicionada en las encuestas, pero finalmente Royal perdió a manos de Sarkozy. Tras esa derrota, la pareja se separó.
Pese al desafío que representaba disputar el poder con Sarkozy, un presidente fuerte con enorme proyección internacional, Hollande decidió ponerse al frente del partido y en los comicios primarios del 16 de octubre 2011 fue designado el candidato socialista para las elecciones presidenciales con el 56,57% de los votos.
La estrategia de Hollande para enfrentar a Sarkozy fue clara desde un primer momento. Buscó mostrarse como la alternativa real y viable al discurso del ajuste y el recorte que tanto su rival como la canciller alemana, Angela Merkel, han impuesto a todos los países europeos con problemas.
En concreto, el líder socialista plantea que la Unión Europea debe dejar de insistir con el ajuste y, por el contrario, apostar al crecimiento de la economía. Sostiene además que antes que apuntar al déficit cero -como plantea Merkel-, Francia debe invertir fuerte en promocionar a sus empresarios y estimular la creación de nuevos puestos de trabajo, incluso con la ayuda de fondos públicos. Esa sola idea horroriza al tándem Sarkozy - Merkel.
En su afán de llegar al Palacio del Elíseo, la sede del Gobierno, Hollande dijo que intentará cambiar el exigente Pacto Fiscal acordado el año pasado por los 27 países miembros de la Unión Europea, y que impone a todos ellos alcanzar el déficit cero dentro de cinco años, en 2017.
Los analistas políticos interpretan que, si se cumplen los pronósticos de los encuestadores y Hollande triunfa hoy, su llegada al poder obligará a Europa a debatir en otros términos el futuro económico del bloque.
No faltan quienes aseguran que las negociaciones con Merkel no serán tan difíciles, ya que en las últimas semanas ella ha comenzado a ver con buenos ojos algunas de sus propuestas, en particular aquellas que apuestan al crecimiento. Sin embargo, desde Berlín ya le hicieron saber al francés que no estarían dispuestos a moverse un centímetro de la rigidez fiscal, y que el déficit cero no es una opción a considerar.
Se podría decir sin temor a exagerar que el futuro de Europa está siendo votado hoy. Si Hollande es el elegido, la crisis podría llegar a tener una salida menos dolorosa.
 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Un nuevo horizonte político y económico para Europa podría estarse gestando por estas horas en Francia. Allí los ciudadanos votarán hoy para elegir a su próximo presidente, en una disputa que parece estar ganando el socialista Francois Hollande.
Pero, ¿quién es Hollande y que puede llegar a cambiar un eventual triunfo suyo?
El favorito en la disputa con el actual presidente, Nicolas Sarkozy, es abogado y egresado de la Escuela Nacional de Administración, formación que le permitió acceder a un primer cargo público como auditor el Tribunal de Cuentas. Su militancia en la izquierda francesa le permitió rápidamente convertirse, en los ’80, en asesor del Gobierno francés; y poco después, en legislador. Ocupó diversos cargos partidarios en el socialismo hasta que en 1997 es nombrado su Primer secretario. Desde ese rol, accedió a una banca en la Eurocámara y luego fue diputado. En 2001 fue elegido alcalde de Tulle en la Corrèze, la región donde había nacido, y permaneció en el cargo por ocho años, conservando la titularidad del partido Socialista. En 2008 fue elegido Presidente del Consejo General de Corréze, cargo que mantiene hasta la fecha.
Pese a ser la máxima autoridad del socialismo francés, en 2007 declinó ser candidato presidencial y cedió ese lugar a su pareja desde los años 70, Ségolène Royal, con quien tuvo cuatro hijos. La explicación que dio en aquel momento era que ella estaba mejor posicionada en las encuestas, pero finalmente Royal perdió a manos de Sarkozy. Tras esa derrota, la pareja se separó.
Pese al desafío que representaba disputar el poder con Sarkozy, un presidente fuerte con enorme proyección internacional, Hollande decidió ponerse al frente del partido y en los comicios primarios del 16 de octubre 2011 fue designado el candidato socialista para las elecciones presidenciales con el 56,57% de los votos.
La estrategia de Hollande para enfrentar a Sarkozy fue clara desde un primer momento. Buscó mostrarse como la alternativa real y viable al discurso del ajuste y el recorte que tanto su rival como la canciller alemana, Angela Merkel, han impuesto a todos los países europeos con problemas.
En concreto, el líder socialista plantea que la Unión Europea debe dejar de insistir con el ajuste y, por el contrario, apostar al crecimiento de la economía. Sostiene además que antes que apuntar al déficit cero -como plantea Merkel-, Francia debe invertir fuerte en promocionar a sus empresarios y estimular la creación de nuevos puestos de trabajo, incluso con la ayuda de fondos públicos. Esa sola idea horroriza al tándem Sarkozy - Merkel.
En su afán de llegar al Palacio del Elíseo, la sede del Gobierno, Hollande dijo que intentará cambiar el exigente Pacto Fiscal acordado el año pasado por los 27 países miembros de la Unión Europea, y que impone a todos ellos alcanzar el déficit cero dentro de cinco años, en 2017.
Los analistas políticos interpretan que, si se cumplen los pronósticos de los encuestadores y Hollande triunfa hoy, su llegada al poder obligará a Europa a debatir en otros términos el futuro económico del bloque.
No faltan quienes aseguran que las negociaciones con Merkel no serán tan difíciles, ya que en las últimas semanas ella ha comenzado a ver con buenos ojos algunas de sus propuestas, en particular aquellas que apuestan al crecimiento. Sin embargo, desde Berlín ya le hicieron saber al francés que no estarían dispuestos a moverse un centímetro de la rigidez fiscal, y que el déficit cero no es una opción a considerar.
Se podría decir sin temor a exagerar que el futuro de Europa está siendo votado hoy. Si Hollande es el elegido, la crisis podría llegar a tener una salida menos dolorosa.
 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Temas de la nota

PUBLICIDAD