Las urnas de la Colecta Anual de Cáritas estuvieron en toda la provincia: en las iglesias, en los supermercados, en el centro, en los barrios y en los pueblos más alejados del interior.
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Las urnas de la Colecta Anual de Cáritas estuvieron en toda la provincia: en las iglesias, en los supermercados, en el centro, en los barrios y en los pueblos más alejados del interior.
Cada templo o jurisdicción católica puede dar cuenta de la recaudación hasta el 30 de junio, dijo Alfredo Caniza, responsable de Cáritas en Salta.
Con el dinero, la entidad solventa los talleres de capacitación y otras actividades que desempeñan en el ámbito social. Con el lema “Pobreza Cero” se desarrolló entre el sábado y ayer la colecta 2012. Los colaboradores de Cáritas también cargaron las urnas en los brazos y las movieron de un lado para otro con el fin de apelar a la solidaridad de la comunidad.
“Hay chicos que nunca vieron trabajar a sus padres ni a sus abuelos. Están a acostumbrados a vivir de las dádivas. Nosotros pensamos que hay que fomentar la cultura del trabajo. Por eso cuando termina algún curso tratamos de darle un elemento para su oficio”, remarcó Caniza.
En los templos católicos la gente depositaba dinero o compraba empanadas y panes que elaboraron para la colecta.
“Este año hay una situación económica crítica. De todas formas vemos que los salteños se sumaron a la colecta”, agregó Caniza.
El método
El año pasado en Salta se recaudaron $127.872. Caniza explicó que lo que junta cada parroquia se divide en tres. Una parte se queda ahí, otra se destina a Cáritas en Salta y el último tercio va para la institución a nivel nacional.