El mate al lado de los libros y los apuntes es una postal de los estudiantes. No solo es una costumbre, los jóvenes dicen que “ayuda a pasar el hambre”.
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El mate al lado de los libros y los apuntes es una postal de los estudiantes. No solo es una costumbre, los jóvenes dicen que “ayuda a pasar el hambre”.
A comienzo de año un paquete de medio kilo costaba cerca de $6. Hace varias semanas trepó a más de $12.
“No sabés cómo padecemos esto. Los estudiantes cebamos todos los días”, dijo una joven de la carrera de Ciencias de la Comunicación.
El sandwich de fiambre es la alternativa más económica para comer. En el campo universitario y en los comercios cercanos se consiguen pebetes por $4. En Ciudad del Milagro venden una tira rellena con salame y queso a $6. Los jóvenes reconocieron que por la inflación la alimentación es pésima.
En las facultades o en los comedores barriales los menús parten desde los $16. “Más la tortilla para el mate u otro gastos, necesitás más de $20 día, y eso que no sumamos el colectivo”, comentó Marcos.
Mientras comía un panchito de $3, Mirta, una estudiante de nutrición de Gemes, afirmó que gasta en pasajes $20 por jornada.