Eran las 9 de la mañana y la mayoría de los feriantes que conformaron la cooperativa Nueva Saladita, comenzaron a llegar para terminar de armar las carpas que la noche anterior dejaron allí.
El nuevo predio se ubica en la zona sur de la ciudad, entre los departamentos del barrio Docente y los que conforman el complejo Arenales.
Muchas expectativas había entre los feriantes respecto a la cantidad de gente que visitaría la feria por primera vez. Esperaban a muchos clientes.
“Creemos que conseguimos en el lugar indicado, y que este terreno es el que más nos beneficiará porque estamos al costado de la avenida Líbano y pasan muchos autos, especialmente después del mediodía”, comentó a El Tribuno una feriante.
El espacio donde se instalaron, tiene dos hectáreas de extensión, aunque no ocuparon todo, por el momento, y el alquiler que tienen que abonar mensualmente ronda en los $30.000.
“Nosotros lo que queremos es ver si más adelante podemos comprar el terreno y sacarnos la preocupación de si se llega con el alquiler cada mes”, explicó otro de ellos.
La mayoría coincidió en que de a poco intentarán cumplir con los requisitos que fija la reglamentación de la ley provincial 7700 y estiman que será en un plazo de tres meses. Deberán instalar electricidad, baños, sistema de emergencia, servicio de agua potable, certificado ambiental, sistema de prevención de incendios y seguridad para las personas que acudan a la feria y para quienes trabajan allí.
Objeciones
Varios vecinos manifestaron disconformidad con la llegada de la feria, ya que consideran que modificarán el ritmo de vida de la avenida y los barrios cercanos.
“Taparon la cancha que nuestros chicos utilizan para jugar al fútbol e incluso algunos colegios practican gimnasia allí”, dijo una vecina. Otra replicó: “Cuidamos el lugar, lo mantenemos limpio siempre, pero ahora que lo alquilaron para poner una feria, esperamos que las cosas no cambien. Son barrios tranquilos. Podrían haber consultado antes a los vecinos”.
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Eran las 9 de la mañana y la mayoría de los feriantes que conformaron la cooperativa Nueva Saladita, comenzaron a llegar para terminar de armar las carpas que la noche anterior dejaron allí.
El nuevo predio se ubica en la zona sur de la ciudad, entre los departamentos del barrio Docente y los que conforman el complejo Arenales.
Muchas expectativas había entre los feriantes respecto a la cantidad de gente que visitaría la feria por primera vez. Esperaban a muchos clientes.
“Creemos que conseguimos en el lugar indicado, y que este terreno es el que más nos beneficiará porque estamos al costado de la avenida Líbano y pasan muchos autos, especialmente después del mediodía”, comentó a El Tribuno una feriante.
El espacio donde se instalaron, tiene dos hectáreas de extensión, aunque no ocuparon todo, por el momento, y el alquiler que tienen que abonar mensualmente ronda en los $30.000.
“Nosotros lo que queremos es ver si más adelante podemos comprar el terreno y sacarnos la preocupación de si se llega con el alquiler cada mes”, explicó otro de ellos.
La mayoría coincidió en que de a poco intentarán cumplir con los requisitos que fija la reglamentación de la ley provincial 7700 y estiman que será en un plazo de tres meses. Deberán instalar electricidad, baños, sistema de emergencia, servicio de agua potable, certificado ambiental, sistema de prevención de incendios y seguridad para las personas que acudan a la feria y para quienes trabajan allí.
Objeciones
Varios vecinos manifestaron disconformidad con la llegada de la feria, ya que consideran que modificarán el ritmo de vida de la avenida y los barrios cercanos.
“Taparon la cancha que nuestros chicos utilizan para jugar al fútbol e incluso algunos colegios practican gimnasia allí”, dijo una vecina. Otra replicó: “Cuidamos el lugar, lo mantenemos limpio siempre, pero ahora que lo alquilaron para poner una feria, esperamos que las cosas no cambien. Son barrios tranquilos. Podrían haber consultado antes a los vecinos”.