Central Norte arremete con la contratación de los refuerzos. No deja de sondear, de proponer y de rearmar su plantel sigilosamente.
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Central Norte arremete con la contratación de los refuerzos. No deja de sondear, de proponer y de rearmar su plantel sigilosamente.
Con Diego Ledesma dio un paso firme e importante. El defensor santiagueño fue el primero en dar el sí sin poner condiciones. Pero la dirigencia azabache no se detuvo y avanzó unos pasos más: se sentó a charlar con Juan Carlos Cartello y piensa en Juan Manuel Perillo.
¿Se los puede considerar refuerzos? Por ahora no, pero están cerca, muy cerca de serlo.
Es que los jugadores tampoco pueden confirmar públicamente el interés de jugar en otros equipos por el temor a represalias por parte de sus clubes anteriores: Gimnasia y Tiro y Juventud Antoniana.
En el caso del delantero, se agrega la posibilidad de continuar su carrera en el fútbol chileno.
El Tribuno contó días atrás que, a través de allegados, Perillo dejó abierta la posibilidad de volver al cuervo. Cómo no, si fue el goleador del equipo en la temporada 2010-11 y aunque luego regresó a Juventud Antoniana, volvería no solo por el buen trato que recibió de los hinchas azabaches en su paso anterior sino también por la tranquilidad económica que solo la dirigencia de Central Norte puede garantizar en estos momentos. Además, lo tienta la idea de ascender de una buena vez que, lentamente, se va instalando en barrio norte.
Perillo es del gusto del cuerpo técnico y también de los dirigentes. Para que se transforme en refuerzo sería cuestión de esperar unos días más (o esperar a que no le llegue la propuesta del exterior).
El caso Cartello es distinto. Futbolísticamente puede cumplir varios roles en el equipo de Piozzi, a quien tampoco le desagradaría tenerlo en el grupo. Juega como doble cinco, volante por derecha o enganche.
El Piojo surgió en Los Cachorros pero creció en Gimnasia y Tiro, institución en la que hoy parece tener las puertas cerradas: no será tenido en cuenta por la dirigencia del albo ni por el técnico Víctor Riggio. Al igual que Fabio Giménez, otro exalbo, buscará el éxito en el cuervo y la dirigencia de Central estaría dispuesto a darle esa posibilidad.
De la muy posible contratación de ambos puede desprenderse la siguiente lectura: la dirigencia del cuervo les mete presión a aquellos que coquetean con el club pero no confirman su llegada. Especialmente a los representantes de Matías Manzano, de Denis Caputo o de Enzo Noir.