Las hermanas de Marcela Chiaro, la ingeniera agrónoma santafesina de 38 años y madre de un hijo de 2 que estaba desaparecida desde febrero en Tucumán, reconocieron que restos hallados hace una semana en cañaverales de Lules corresponden a su pariente, tras lo cual la fiscalía llevará mañana a Buenos Aires muestras del cadáver y cabellos para un análisis genético.
De esa manera, quedó definitivamente descartada la posibilidad de que los despojos óseos encontrados el 19 del abril en el acceso norte de Cafayate sean de Chiaro, como se había pensado en un principio.
El caso es investigado por el fiscal Guillermo Herrera, quien imputó por homicidio al marido de Chiaro, el veterinario Luis Corral, y a la amante de este, la salteña y oriunda de Mosconi Paola Castro, luego de hallar restos de sangre en el consultorio del hombre y un cuchillo ensangrentado en la casa de la mujer.
Rosana y Jaquelina Chiaro, hermanas de la víctima, admitieron haber reconocido que las ropas encontradas en el cañaveral de la localidad tucumana de Leales y los cabellos correspondían a Marcela.
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Las hermanas de Marcela Chiaro, la ingeniera agrónoma santafesina de 38 años y madre de un hijo de 2 que estaba desaparecida desde febrero en Tucumán, reconocieron que restos hallados hace una semana en cañaverales de Lules corresponden a su pariente, tras lo cual la fiscalía llevará mañana a Buenos Aires muestras del cadáver y cabellos para un análisis genético.
De esa manera, quedó definitivamente descartada la posibilidad de que los despojos óseos encontrados el 19 del abril en el acceso norte de Cafayate sean de Chiaro, como se había pensado en un principio.
El caso es investigado por el fiscal Guillermo Herrera, quien imputó por homicidio al marido de Chiaro, el veterinario Luis Corral, y a la amante de este, la salteña y oriunda de Mosconi Paola Castro, luego de hallar restos de sangre en el consultorio del hombre y un cuchillo ensangrentado en la casa de la mujer.
Rosana y Jaquelina Chiaro, hermanas de la víctima, admitieron haber reconocido que las ropas encontradas en el cañaveral de la localidad tucumana de Leales y los cabellos correspondían a Marcela.
“Saber que mi hermana estuvo meses tirada ahí es horrible, nadie se merece eso”, dijo Rosana.
Las Chiaro, oriundas de la ciudad santafesina de Esperanza, certificaron en los tribunales que los pelos y un vestido que fueron hallados junto a un esqueleto femenino pertenecían de la ingeniera agrónoma, quien residía con su marido en la capital tucumana. La víctima era madre de un niño. Rosana relató: “Cuando vi las prendas de cerca, descubrí que era un vestido gris que le había comprado yo en Esperanza. Ahí caí en la cuenta de que era ella; fue un momento horrible. No tenía manchas de sangre, pero tenía algo seco, como una sal”, acotó. Agregó que la forense “dijo que era muy sospechoso, como si le hubieran tirado alguna sustancia o hubieran fumigado el lugar, porque el pelo y los dientes también estaban así y se rompían fácilmente. Mis padres están muy mal al saber que mi hermana estuvo meses tirada ahí. Es horrible, nadie se merece eso”.
El fiscal Herrera, en tanto, anunció: “El lunes o el martes voy a llevar personalmente las muestras al laboratorio en Buenos Aires y no tengo fecha para el resultado”. Respecto a los avances en la investigación, señaló que tras el allanamiento a la veterinaria de Corral “analizamos una vía de escape rápida. Trabajamos con informantes y hay quienes reconocerían el auto de él cerca de los cañaverales. Pero el lugar es de difícil acceso y los perros de búsqueda tenían problemas por la caña de azúcar, que les afecta el olfato”. “Aunque no sean sus restos estoy en condiciones de acusar a los imputados. Hay muchos indicios”, aseguró.