Niveles de metales pesados por encima de lo que indica la norma, aparecieron en cosechas de las comunidades de Chuquisaca, Bolivia, que emplean las aguas del río Pilcomayo para el riego de sus productos.
Realizadas en diciembre de 2011 por pedido de la gobernación y recién conocidas ahora, las mediciones alertaron a los funcionarios. Por esta razón se anunció el inicio de acciones legales ya que la contaminación afecta a las poblaciones a través de los alimentos.
Según los estudios oficiales, los rangos de zinc en zanahorias se encontraban en 30.31%, en tanto que el límite permisible por la FAO es del 5%. En las remolachas, el nivel de zinc que se detectó es de 50.31%, cuando para el ente de la ONU es aceptable hasta el 15%.
Estos datos han sido obtenidos en un monitoreo desarrollado en el marco de las actividades de la Comisión Minero Ambiental de ASE Lidema. Así lo aseguró el pasado martes René Arancibia, coordinador Departamental de Liga de Defensa del Medio Ambiente, de esa localidad.
En la oportunidad, el fiscal local, Luis Fernando Ferrufino, recordó que el Ministerio Público “ha iniciado las acciones de investigación hace bastante tiempo; un paso más para sustentar una demanda penal”.
Consultado al respecto, el secretario de Recursos Hídricos de la provincia de Salta, Alfredo Fuertes, confirmó que en Bolivia se están llevando a cabo esos estudios, con las dramáticas conclusiones que afectan a la salud humana.
Sin embargo descartó que esos valores se encuentren en nuestro territorio. “Estamos llevando a cabo un estudio de calidad de agua y de los mismos peces”, señaló Fuertes.
Respecto a la merma ictícola, el funcionario señaló que se están marcando individuos, para estudiar las migraciones del pez. “El sábalo sufre un tema complejo”, reflexionó Fuertes.
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Niveles de metales pesados por encima de lo que indica la norma, aparecieron en cosechas de las comunidades de Chuquisaca, Bolivia, que emplean las aguas del río Pilcomayo para el riego de sus productos.
Realizadas en diciembre de 2011 por pedido de la gobernación y recién conocidas ahora, las mediciones alertaron a los funcionarios. Por esta razón se anunció el inicio de acciones legales ya que la contaminación afecta a las poblaciones a través de los alimentos.
Según los estudios oficiales, los rangos de zinc en zanahorias se encontraban en 30.31%, en tanto que el límite permisible por la FAO es del 5%. En las remolachas, el nivel de zinc que se detectó es de 50.31%, cuando para el ente de la ONU es aceptable hasta el 15%.
Estos datos han sido obtenidos en un monitoreo desarrollado en el marco de las actividades de la Comisión Minero Ambiental de ASE Lidema. Así lo aseguró el pasado martes René Arancibia, coordinador Departamental de Liga de Defensa del Medio Ambiente, de esa localidad.
En la oportunidad, el fiscal local, Luis Fernando Ferrufino, recordó que el Ministerio Público “ha iniciado las acciones de investigación hace bastante tiempo; un paso más para sustentar una demanda penal”.
Consultado al respecto, el secretario de Recursos Hídricos de la provincia de Salta, Alfredo Fuertes, confirmó que en Bolivia se están llevando a cabo esos estudios, con las dramáticas conclusiones que afectan a la salud humana.
Sin embargo descartó que esos valores se encuentren en nuestro territorio. “Estamos llevando a cabo un estudio de calidad de agua y de los mismos peces”, señaló Fuertes.
Respecto a la merma ictícola, el funcionario señaló que se están marcando individuos, para estudiar las migraciones del pez. “El sábalo sufre un tema complejo”, reflexionó Fuertes.