La baja calificación obtenida en abogacía, los aplazos, las mentiras y la presión, terminaron por derrumbar a Daniel Reposo.
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La baja calificación obtenida en abogacía, los aplazos, las mentiras y la presión, terminaron por derrumbar a Daniel Reposo.
Es que el síndico general de la Nación debió dar ayer un paso al costado en su postulación para ocupar el cargo de Procurador General de la Nación, a pesar del impulso y apoyo presidencial y ahora será el turno de la fiscal Alejandra Magdalena Gils Carbó, una especialista en derecho comercial y en quiebras.
De todos modos, Reposo se fue culpando a los grupos periodísticos como Clarín y La Nación y a la oposición política de haberlo tratado en forma “discriminatoria y arbitraria”, según los términos contenidos en cuatro cartas, una de ellas a la propia jefa de Estado, que fue leída anoche en Casa Rosada el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro.
El problema es que el “frustrado jefe de fiscales” comunicó su determinación horas después de que la jefa de Estado lo considerara un “excelente defensor de los intereses del Estado, aún en situaciones difíciles y contra los peores y más poderosos intereses”.
“El reposo de guerrero”
“La circunstancia que rodearon el trámite de mi pliego en el Senado me llevan a pensar que lo más prudente y constructivo para el proyecto político que lidera es tomar esta decisión de renunciar a la postulación”, escribió Reposo en una carta de dimisión enviada a Cristina.
Pero el texto enviado a los presidentes del bloque de senadores de la UCR, Luis Petcoff Naidenoff, al kirchnerista Miguel Angel Pichetto; y al vicepresidente Amado Boudou, tenía otro tono.
“Desde el momento mismo que la Presidenta me postuló para ser procurador, fui víctima de un ataque feroz, desproporcionado y mentiroso de los poderes económicos del país”, disparó.
En la misma línea sentenció que “las objeciones no responden a mis eventuales defectos y debilidades, sino que se originan en la defensa de los intereses y el patrimonio de los argentinos, particularmente en el caso de Papel Prensa, un caso paradigmático de cómo algunos civiles han aprovechado el terrorismo de Estado para enriquecerse”.
Finalmente dijo que los senadores radicales “prefieren defender los centímetros en los diarios (en clara alusión a Clarín y La Nación) y dejar sus convicciones todos los días en la puerta del canal de cable TN”.
El ahora excandidato a la Procuraduría no dejó pasar su agradecimiento a Pichetto y a todo el bloque kirchnerista por el respaldo recibido cuando defendió su postulación en el Senado, y en la carta enviada al vicepresidente Amado Boudou destacó que las críticas realizadas a su candidatura “deja como aprendizaje la hipocresía y la doble vara para medir las presiones del grupo Clarín y La Nación”.
Lo cierto es que comienza un nuevo capítulo para la designación del reemplazante de Esteban Righi como Procurador General de La Nación, que seguramente, estará bajo la lupa no solo de la clase política, sino del pueblo en general.
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