Walter Olivera (41) y Olga Figueroa (36), buscan desesperadamente a su hija, una joven de 22 años, Cintia Janeth Olivera, domiciliada en el barrio 20 de Junio. “Ella salió de casa el miércoles a las 17.40 hacia el centro para ver ropa y comprarse un CD. Al ver que no regresaba, a las 20, le mandamos un mensaje a su celular preguntándole dónde estaba y luego la llamamos. Pero su celular estaba apagado. Eso nos parece muy raro”, manifestó el padre de joven. “Llevaba poco dinero, solo $35, porque iba a pasear. Siempre estábamos, permanentemente, en contacto. Al llegar la medianoche fuimos a buscarla por la zona céntrica y el parque San Martín. Le consultamos a todas sus amigas del barrio. Al otro día hicimos la denuncia, a las 10, en la subcomisaría de villa El Sol”, sostuvo. La chica trabaja en una panadería. “Ese día atendió el negocio por la mañana y cargó crédito en su celular. Antes de irse de casa, recibió mensajes y llamadas, nos dijo que se trataba de sus amigos. Pero no sabemos a quiénes se refería. Hace unos días ella me comentó que había conocido a un chico del barrio Solidaridad. Pero no sabemos nada más”, dijo la madre. “Una cámara de Monitoreo captó su imagen el miércoles a las 18.20 cuando ella estaba, aparentemente, parada esperando a alguien en la peatonal Alberdi al llegar a San Martín. Pero cuando la cámara giró y volvió a captar el lugar, ya no estaba”, explicó Walter. Desde la subcomisaría de villa El Sol manifestaron que el caso está en manos de la División Trata de Personas y que se maneja la hipótesis de que podría estar en una localidad aledaña. Ayer por la tarde, los padres de Cintia recorrieron La Merced y El Carril pero sin resultados.
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Walter Olivera (41) y Olga Figueroa (36), buscan desesperadamente a su hija, una joven de 22 años, Cintia Janeth Olivera, domiciliada en el barrio 20 de Junio. “Ella salió de casa el miércoles a las 17.40 hacia el centro para ver ropa y comprarse un CD. Al ver que no regresaba, a las 20, le mandamos un mensaje a su celular preguntándole dónde estaba y luego la llamamos. Pero su celular estaba apagado. Eso nos parece muy raro”, manifestó el padre de joven. “Llevaba poco dinero, solo $35, porque iba a pasear. Siempre estábamos, permanentemente, en contacto. Al llegar la medianoche fuimos a buscarla por la zona céntrica y el parque San Martín. Le consultamos a todas sus amigas del barrio. Al otro día hicimos la denuncia, a las 10, en la subcomisaría de villa El Sol”, sostuvo. La chica trabaja en una panadería. “Ese día atendió el negocio por la mañana y cargó crédito en su celular. Antes de irse de casa, recibió mensajes y llamadas, nos dijo que se trataba de sus amigos. Pero no sabemos a quiénes se refería. Hace unos días ella me comentó que había conocido a un chico del barrio Solidaridad. Pero no sabemos nada más”, dijo la madre. “Una cámara de Monitoreo captó su imagen el miércoles a las 18.20 cuando ella estaba, aparentemente, parada esperando a alguien en la peatonal Alberdi al llegar a San Martín. Pero cuando la cámara giró y volvió a captar el lugar, ya no estaba”, explicó Walter. Desde la subcomisaría de villa El Sol manifestaron que el caso está en manos de la División Trata de Personas y que se maneja la hipótesis de que podría estar en una localidad aledaña. Ayer por la tarde, los padres de Cintia recorrieron La Merced y El Carril pero sin resultados.
Cintia Olivera solo llevaba una billetera celeste y un celular Nokia. Vestía una campera marrón con un logotipo dorado en la espalda, un pantalón beige y botas negras. Mide 1,70 metros, es de contextura robusta, tez trigueña y cabello largo, negro.