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Histórico rescate de la eurozona a España

Sabado, 09 de junio de 2012 20:09

 El Gobierno derechista de España anunció este sábado que pedirá un rescate a la Unión Europea (UE) para recapitalizar su banca, pero aseguró que el costo del préstamo no implicará nuevos sacrificios para la población, tal como lo exigía Bruselas.
La decisión, que convierte a España en el cuarto socio europeo en ser rescatado detrás de Grecia, Irlanda y Portugal, fue oficializada por el ministro de Economía, Luis de Guindos, tras celebrar una videoconferencia con el Eurogrupo.  A diferencia de los países rescatados previamente, tanto Madrid como Bruselas han subrayado que la ayuda será inyectada directamente en la banca.
Debido a ello, sostienen, las condiciones impuestas al Estado, garante del préstamo ante la UE, estarán circunscritas al sistema financiero y no serán de carácter macroeconómico.
"El gobierno declara su intención de solicitar financiación europea para la recapitalización de los bancos que lo necesiten“, dijo De Guindos en una conferencia de prensa en Madrid.
"La cantidad será suficiente, más un margen de seguridad significativo“, añadió el ministro. El funcionario no precisó un monto concreto, pero el Eurogrupo informó posteriormente en un comunicado que ascendería a unos 100.000 millones de euros.
El hecho de que fuera el ministro de Economía y no el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, quien anunciara la decisión, respondió a la intención de dar un carácter más técnico que político a la intervención de Bruselas, interpretaron analistas.
‘‘Lo que se pide es apoyo financiero, esto no tiene nada que ver con un rescate en absoluto’’, subrayó De Guindos sin más explicaciones que sostuvieran su afirmación.
El ministro de Economía destacó que su gobierno, que viene haciendo todo tipo de ajustes desde que asumió a fines del año pasado, no hará nuevos recortes presupuestarios que afecten a la población para enfrentar esta nueva carga financiera .
‘‘No hay ningún tipo de condicionalidad adicional macroeconómica, ni de ajuste, ni de gasto público. Las únicas condiciones que se van a imponer son a los bancos, que reciben inyección de capital que tendrán que devolver“, subrayó.
El funcionario insistió en que lo que hizo España es solicitar a sus socios europeos "un crédito en condiciones muy favorables“, ômejores que el mercado“, para que las entidades que lo necesiten se recapitalicen.
"La razón de esta decisión no es otra que tener entidades solventes, fuertes, que puedan dar créditos a las pymes y familias españolas“, añadió.
"No le estamos haciendo un favor a nadie. Las condiciones se van a imponer a los bancos, al ámbito financiero, no a la sociedad española. No habrá condicionamientos ni en el ámbito macroeconómico, ni fiscal, ni de presupuesto“, recalcó.
Pese a sus afirmaciones, la ayuda que brinde la UE será deuda respaldada por el Estado y se ignora cómo haría España para pagar la factura en medio de una recesión y desempleo récord y de crecientes dificultades para acceder a los mercados financieros.
De Guindos confió en que la decisión del gobierno de acudir a los fondos europeos "reducirá presión sobre el las emisiones del Tesoro español y, por lo tanto, de la deuda española“.
El Ejecutivo español cree que la cantidad de 100.000 millones de euros es "suficiente“ para convencer a los mercados, después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) cifró las necesidades de la banca española en 40.000 millones de euros.
Pero no todos opinan igual. La ayuda destinada a la deuda privada de los bancos podrá reducir la tensión en el sistema financiero en el corto plazo, pero elevará la deuda pública de España desde el 68,5% del PBI en unos 10 puntos porcentuales, lo que a la larga pondrá en riesgo la solvencia del país, indican algunos analistas.
Mientras la creciente deuda española ensombrece las perspectivas económicas, el Eurogrupo dejó claro que vigilará el cumplimiento de los compromisos respecto a la reducción del déficit y a las reformas y ajustes ‘‘necesarios’’ para conseguirlo. 
La canciller alemana, Angela Merkel, aseguro ayer que su país no estaba presionando a España y que el rescate era una decisión soberana, pero según la prensa financiera funcionarios europeos y de su gobierno estaban actuando en sentido contrario.
A la presión se sumó el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien urgió a Europa a "inyectar capital en la banca’’ de forma "urgente“ para "estabilizar el sistema financiero“.

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 El Gobierno derechista de España anunció este sábado que pedirá un rescate a la Unión Europea (UE) para recapitalizar su banca, pero aseguró que el costo del préstamo no implicará nuevos sacrificios para la población, tal como lo exigía Bruselas.
La decisión, que convierte a España en el cuarto socio europeo en ser rescatado detrás de Grecia, Irlanda y Portugal, fue oficializada por el ministro de Economía, Luis de Guindos, tras celebrar una videoconferencia con el Eurogrupo.  A diferencia de los países rescatados previamente, tanto Madrid como Bruselas han subrayado que la ayuda será inyectada directamente en la banca.
Debido a ello, sostienen, las condiciones impuestas al Estado, garante del préstamo ante la UE, estarán circunscritas al sistema financiero y no serán de carácter macroeconómico.
"El gobierno declara su intención de solicitar financiación europea para la recapitalización de los bancos que lo necesiten“, dijo De Guindos en una conferencia de prensa en Madrid.
"La cantidad será suficiente, más un margen de seguridad significativo“, añadió el ministro. El funcionario no precisó un monto concreto, pero el Eurogrupo informó posteriormente en un comunicado que ascendería a unos 100.000 millones de euros.
El hecho de que fuera el ministro de Economía y no el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, quien anunciara la decisión, respondió a la intención de dar un carácter más técnico que político a la intervención de Bruselas, interpretaron analistas.
‘‘Lo que se pide es apoyo financiero, esto no tiene nada que ver con un rescate en absoluto’’, subrayó De Guindos sin más explicaciones que sostuvieran su afirmación.
El ministro de Economía destacó que su gobierno, que viene haciendo todo tipo de ajustes desde que asumió a fines del año pasado, no hará nuevos recortes presupuestarios que afecten a la población para enfrentar esta nueva carga financiera .
‘‘No hay ningún tipo de condicionalidad adicional macroeconómica, ni de ajuste, ni de gasto público. Las únicas condiciones que se van a imponer son a los bancos, que reciben inyección de capital que tendrán que devolver“, subrayó.
El funcionario insistió en que lo que hizo España es solicitar a sus socios europeos "un crédito en condiciones muy favorables“, ômejores que el mercado“, para que las entidades que lo necesiten se recapitalicen.
"La razón de esta decisión no es otra que tener entidades solventes, fuertes, que puedan dar créditos a las pymes y familias españolas“, añadió.
"No le estamos haciendo un favor a nadie. Las condiciones se van a imponer a los bancos, al ámbito financiero, no a la sociedad española. No habrá condicionamientos ni en el ámbito macroeconómico, ni fiscal, ni de presupuesto“, recalcó.
Pese a sus afirmaciones, la ayuda que brinde la UE será deuda respaldada por el Estado y se ignora cómo haría España para pagar la factura en medio de una recesión y desempleo récord y de crecientes dificultades para acceder a los mercados financieros.
De Guindos confió en que la decisión del gobierno de acudir a los fondos europeos "reducirá presión sobre el las emisiones del Tesoro español y, por lo tanto, de la deuda española“.
El Ejecutivo español cree que la cantidad de 100.000 millones de euros es "suficiente“ para convencer a los mercados, después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) cifró las necesidades de la banca española en 40.000 millones de euros.
Pero no todos opinan igual. La ayuda destinada a la deuda privada de los bancos podrá reducir la tensión en el sistema financiero en el corto plazo, pero elevará la deuda pública de España desde el 68,5% del PBI en unos 10 puntos porcentuales, lo que a la larga pondrá en riesgo la solvencia del país, indican algunos analistas.
Mientras la creciente deuda española ensombrece las perspectivas económicas, el Eurogrupo dejó claro que vigilará el cumplimiento de los compromisos respecto a la reducción del déficit y a las reformas y ajustes ‘‘necesarios’’ para conseguirlo. 
La canciller alemana, Angela Merkel, aseguro ayer que su país no estaba presionando a España y que el rescate era una decisión soberana, pero según la prensa financiera funcionarios europeos y de su gobierno estaban actuando en sentido contrario.
A la presión se sumó el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien urgió a Europa a "inyectar capital en la banca’’ de forma "urgente“ para "estabilizar el sistema financiero“.

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