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Sigue el misterio del extranjero muerto con 4 pasaportes

Miércoles, 11 de julio de 2012 22:36

Crece el misterio en torno del hombre extranjero que se hospedó el jueves 5 en un sencillo residencial del barrio Ceferino, en la calle Rondeau al 1600, y que falleció de un ataque al corazón en su habitación, dejando una estela de interrogantes. Su verdadera identidad sigue siendo un enigma.
La Dirección de Investigaciones de la Policía de Salta trabaja en el caso y se aguarda a que finalicen las pericias que realiza el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), del Ministerio Público. “Se trata del levantamiento de huellas y la documentación de la escena donde ocurrió el hecho. En base a esto el juez impartirá las directivas”, informaron fuentes policiales.
“Determinar la procedencia del dinero hallado: 54.000 euros, 36.000 dólares y más de 2.000 pesos argentinos, y el estudio de los pasaportes encontrados de distintos países, todos con su misma fotografía: Mercosur de Paraguay B025277, a nombre de Guillermo Zapata Rodríguez; de Perú, 5.716.131, a nombre de Guillermo Zapata Rodríguez; de Bolivia, 6BC 165118, a nombre de Fernando Zurita Basoalto, y de Italia, AS 1036495, a nombre de Renato Maltoni, dependen de la órbita de la Justicia”, sostuvieron los investigadores. “Nosotros trabajamos en base a las órdenes”, puntualizaron.

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Crece el misterio en torno del hombre extranjero que se hospedó el jueves 5 en un sencillo residencial del barrio Ceferino, en la calle Rondeau al 1600, y que falleció de un ataque al corazón en su habitación, dejando una estela de interrogantes. Su verdadera identidad sigue siendo un enigma.
La Dirección de Investigaciones de la Policía de Salta trabaja en el caso y se aguarda a que finalicen las pericias que realiza el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), del Ministerio Público. “Se trata del levantamiento de huellas y la documentación de la escena donde ocurrió el hecho. En base a esto el juez impartirá las directivas”, informaron fuentes policiales.
“Determinar la procedencia del dinero hallado: 54.000 euros, 36.000 dólares y más de 2.000 pesos argentinos, y el estudio de los pasaportes encontrados de distintos países, todos con su misma fotografía: Mercosur de Paraguay B025277, a nombre de Guillermo Zapata Rodríguez; de Perú, 5.716.131, a nombre de Guillermo Zapata Rodríguez; de Bolivia, 6BC 165118, a nombre de Fernando Zurita Basoalto, y de Italia, AS 1036495, a nombre de Renato Maltoni, dependen de la órbita de la Justicia”, sostuvieron los investigadores. “Nosotros trabajamos en base a las órdenes”, puntualizaron.

Pedido a las embajadas

El caso está en manos de Federico Farfán, de la Fiscalía Penal 4, y ayer se enviaron muestras de las huellas dactilares y pasaportes hallados a las embajadas de Paraguay, Perú, Bolivia e Italia, y a las fuerzas policiales de esos países con el objetivo de determinar la identidad del extranjero, y cuáles eran sus actividades reales. También se solicitó ayuda a Interpol.

Muy extraño

El fallecido tenía 62 años, buen porte, cabello blanco y aparentaba ser muy educado. Llegó en un remise al hostal Neos y se alojó en la habitación 15. Se identificó con una cédula boliviana, 8.997.675. Aseguró que era licenciado en antropología.
El domingo, alrededor de las 13.15, se descompensó. Sufrió un preinfarto y un médico fue para asistirlo, él no quiso ir al hospital, luego falleció de un paro. “Ahora todo está en manos del CIF, cuyos especialistas trabajan en el desbloqueo de su notebook y se descubran sus archivos”.

Un boliviano con acento europeo

La propietaria del residencial Neos, Nery Palavecino, aseguró a El Tribuno que desde el día que el extraño pasajero ingresó al establecimiento le llamó poderosamente la atención el acento del supuesto ciudadano boliviano Fernando Basoalto Zurita: “Hablaba perfectamente el español, pero su entonación era forzada, tenía acento francés o algo así”. Luego, la mujer agregó: “Pasó encerrado casi todo el tiempo, no quería que le limpiáramos la habitación ni que nadie ingresara allí. Me pidió que personalmente le acercara lo que solicitaba. Me sorprendió su inmensa cultura general, su conocimiento de Europa y de todos los países sudamericanos. Por si eso fuera poco, entablaba conversaciones con otros turistas extranjeros en nuestra confitería y dialogaba en la lengua del visitante, fuera este inglés, francés o alemán. Cuando enfermó, me pidió que llamase a un médico de confianza, pero no quiso ir a la clínica como el profesional le solicitaba. Después empeoró y llamé a Medisem y se negó a ser internado, hasta que falleció”, dijo Nery, consternada.
 

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