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Refuerzan la presencia policial en S. Mazza por el doble crimen

Sabado, 14 de julio de 2012 19:40

El doble crimen registrado en la mañana del jueves en Salvador Mazza mantiene conmocionada a esa localidad del norte salteño. Los homicidios alteraron también el trabajo habitual de las fuerzas policiales desplegadas en la zona. En la jornada de ayer se trasladó al lugar el director de Seguridad, comisario Angel Mauricio Silvestre, y un grupo de investigadores que intentarán desentrañar qué fue lo que ocurrió el jueves en el acceso a una finca en el paraje El Arenal, muy cerca del pueblo.

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El doble crimen registrado en la mañana del jueves en Salvador Mazza mantiene conmocionada a esa localidad del norte salteño. Los homicidios alteraron también el trabajo habitual de las fuerzas policiales desplegadas en la zona. En la jornada de ayer se trasladó al lugar el director de Seguridad, comisario Angel Mauricio Silvestre, y un grupo de investigadores que intentarán desentrañar qué fue lo que ocurrió el jueves en el acceso a una finca en el paraje El Arenal, muy cerca del pueblo.

El equipo reforzado ya comenzó a trabajar en las pistas que surgieron del lugar donde aparecieron ejecutados por la espalda los cuerpos de Gonzalo Guzmán (34), propietario de una carnicería, y su ayudante, Oscar Daniel “Coqui” Aráoz (35).

Allanamiento y un detenido

Anoche, al cierre de esta edición, los investigadores participaban en el allanamiento en Salvador Mazza del domicilio del único sospechoso que permanece detenido en la causa, cuya identidad no trascendió. La información fue confirma a El Tribuno por el ministro de Seguridad, Eduardo Sylvester.

El funcionario pidió actuar con “extrema prudencia” al ser consultado sobre la posibilidad de que las características mafiosas del crimen impliquen la instalación en la zona de un cártel de la droga. Sylvester admitió que “la modalidad de este doble crimen es distinta a lo que habitualmente ocurre en la zona, pero no sabemos en qué circunstancias se produjo ni si tiene relación con hechos anteriores. Por eso hay que ser muy criteriosos en el análisis de los hechos antes de aventurar que se trata de la llegada de un cártel de la droga”.

El ministro relativizó el impacto que tuvo en la zona el desplazamiento hacia Aguaray de la base operativa de Gendarmería Nacional en la zona, y recordó que a principios de año se creó en Salvador Mazza una división de Drogas Peligrosas que, según su valoración, “resultó muy efectiva” en la lucha contra ese delito. De todas maneras, explicó que “cualquier modificación en el despliegue de las fuerzas de seguridad repercute en las modalidades delictivas”

Consultado sobre si el doble crimen tiene relación con el narcotráfico, sostuvo que “esa es la hipótesis más fuerte”, aunque sostuvo que la última palabra la tiene el juez que está al frente de la investigación.

 Rastros de droga en la Kangoo

La investigación policial sobre los homicidios de ambos jóvenes apuntó desde un principio al narcotráfico, y ayer un dato pareció apuntalar esa hipótesis. Perros entrenados habrían identificado en el utilitario Renault Kangoo en el que se desplazaban las víctimas lo que en la jerga policial se conoce como “olor a muerto” (cocaína), es decir vestigios de que en ese lugar hubo, en algún momento cercano, una importante cantidad de ese estupefaciente.
Esto confirmaría que Guzmán y Aráoz tenían vinculación con el narcotráfico, y podría dar pistas sobre las causas de sus ejecuciones.
Por otra parte, se supo que el que sería el único detenido por el caso -el ministro Sylvester confirmó la detención a El Tribuno- habría sido hallado en una actitud extraña cerca de la vivienda de una de las víctimas. Fuentes policiales indicaron que, al ser demorado, se encontraron en el celular del sospechoso mensajes comprometedores con referencia a droga y dinero, aunque no lo vinculaban en forma directa con los homicidios.

La ciudad, bajo miedo

Las altas temperaturas y el multitudinario paso fronterizo diario entre Salvador Mazza y San José de Pocitos (Bolivia) no logran disimular la conmoción que generó el asesinato de Gonzalo Guzmán y Oscar Aráoz, perpetrado el jueves pasado en el paraje El Arenal, en una finca ubicada a tres kilómetros de la localidad fronteriza y que se conecta con la quebrada limítrofe.
Ambas víctimas, enterradas ayer, fueron ejecutadas de sendos disparos en la cabeza, en una típica acción de ajuste de cuentas del narcotráfico.
El miedo se siente en la frontera. La gente no quiere hablar y decenas de policías buscan pistas que conduzcan a la resolución del caso.


En la calle, un equipo de periodistas de El Tribuno fue advertido por un desconocido, mientras otro los fotografiaba impunemente, uno a uno, incluyendo la patente del auto: “­Anden con cuidado... entendido!...”.
La Policía detuvo a dos sospechosos, pero los liberó ocho horas después. Ellos, dos hermanos, uno suboficial de la Armada Argentina con licencia por fractura de una pierna, Juan Ramón (28) y Diego Armando Chávez (30), denunciaron apremios ilegales: “Nos pegaron hasta cansarse para que nos hiciéramos cargo de los muertos, pero nosotros somos gente de trabajo y estudio”.
En el sepelio de uno de los fallecidos, también hubo advertencias a la prensa: “Cuidado, mucho cuidado... no duerman en Salvador Mazza”, susurró una mujer a uno de los enviados de El Tribuno.
El jefe de la comisaría 40, Ramón Almanaz, dijo que se investiga pero que no quedan detenidos. Y dio un dato clave: “Sospechamos de un tal "Bemba'”.

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