Fuentes judiciales confiaron a El Tribuno que ya terminada la instrucción del caso, llevada a cabo por el juez de Instrucción Formal 1, Martín Pérez, el juicio oral y público contra los cinco involucrados en el caso, se realizaría, a más tardar en noviembre de este año, habida cuenta de la trascendencia internacional del caso.
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Fuentes judiciales confiaron a El Tribuno que ya terminada la instrucción del caso, llevada a cabo por el juez de Instrucción Formal 1, Martín Pérez, el juicio oral y público contra los cinco involucrados en el caso, se realizaría, a más tardar en noviembre de este año, habida cuenta de la trascendencia internacional del caso.
Francia, entonces gobernada por el expresidente Nicolas Sarkozy, designó, dos meses después del crimen, al juez Patrick Ramael, del Tribunal de Gran Instancia de París, para que se hiciera cargo del caso y no le perdiera pisada a las actividades judiciales desarrolladas en Salta.
El magistrado galo se trasladó a esta provincia en secreto, acompañado de dos custodios, oficiales de la Gendarmería de su país, se entrevistó con el juez Pérez y se llevó no solo copias de la instrucción local, sino también material genético de los involucrados y de las infortunadas chicas.
Luego, invitó a su colega salteño a Francia y le dio una información sorprendente: autopsistas galos habían hallado, en las muestras de las víctimas, ADN de un tercero, desconocido.Tiempo después, el defensor de Santos Clemente Vera, el abogado José Vera, solicitó la realización de una contraprueba genética, que se realizó en la Fundación Favaloro. En ella, se descarta la existencia de ADN de su cliente y se incluye material corporal de dos mujeres desconocidas. El estudio fue rechazado por Pérez, por presentación extemporánea.
En el caso, también se dictó auto de procesamiento -hace unas horas- de dos amigos de los inculpados: Omar Darío “Pajarito” Ramos y Antonio Eduardo “Chato” Sandoval, por encubrimiento calificado.